Antecedentes
En 2020, la Comisión Europea presentó un Pacto sobre Migración y Asilo en el que, entre sus numerosas propuestas, decía que pretendía actualizar las normas del Espacio Schengen para aumentar la resiliencia del bloque de 26 países ante amenazas graves y adaptar el Espacio Schengen reglas a los desafíos en evolución. Propuso una nueva estrategia de Schengen y una revisión del Mecanismo de Evaluación y Seguimiento de Schengen en junio de 2021.
En abril de 2022, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que el restablecimiento de los controles en las fronteras internas debe limitarse a seis meses incluso ante una amenaza grave, a menos que surja una nueva amenaza.
Las referidas propuestas también abordan directamente el desafío que plantean los países vecinos de la UE que han flexibilizado sus restricciones fronterizas para alentar movimientos no autorizados a gran escala de nacionales de terceros países hacia la UE y ejercer presión sobre las fronteras exteriores de la UE. El problema, denominado «instrumentalización» de la migración en las propuestas, llamó la atención del público en 2021 por parte de Bielorrusia, cuando comenzó a organizar vuelos y viajes internos para facilitar el tránsito de migrantes hacia la UE.
Las propuestas de la Comisión para modificar el Código de fronteras Schengen aclaran y endurecen los criterios cuando los estados miembros de la UE pueden imponer controles en las fronteras internas.
Dictamen del Comité Europeo de las Regiones
El dictamen del CER, aprobado por abrumadora mayoría, acogió positivamente este esfuerzo general. En particular, el CER respaldó requisitos para considerar el posible impacto disruptivo en la vida social y comercial de las regiones fronterizas e incluir la consulta obligatoria con las autoridades locales y regionales.
El debate en el CER se centró en gran medida en garantizar que la gestión de las fronteras sea eficiente, eficaz y no perjudique a las regiones ni restrinja el derecho de asilo de los inmigrantes, muchos de los cuales, señaló el dictamen, son menores. El CER argumenta en su dictamen que la definición propuesta de «instrumentalización» de la migración es demasiado amplia y carece de claridad, que la evaluación de impacto que acompaña a la propuesta de Schengen está incompleta y que las propuestas crean demasiadas oportunidades para excepciones, en detrimento potencial del asilo.
La decisión sobre cuándo el término es apropiado debe tomarse a nivel de la UE, en lugar de por los estados miembros individuales, y no debe usarse de manera que reduzca las protecciones establecidas en la ley internacional de asilo, declaró el CER. El CER estima que el término no debe aplicarse de forma que restrinja las operaciones de ayuda humanitaria de organizaciones no estatales. Para contribuir a los esfuerzos de prevención, el CER también pidió a las delegaciones de la UE que presenten informes de situación periódicos.