Carlos B Fernández. Una de las principales organizaciones mundiales en materia de tecnología jurídica, la International Legal Technology Association (ILTA), celebró el pasado mes de agosto su conferencia anual ILTACON. Un evento que durante cuatro días reunió en Washington a cerca de 3.000 asistentes, permitiendo a expertos de la industria tecnológica y del sector legal encontrarse y compartir ideas, propuestas y estrategias.
Por ello, como señala Bob Ambrogi, una de las figuras más relevantes del sector, ILTACON es el lugar ideal para tomar el pulso a la comunidad de la tecnología jurídica y conocer y valorar los temas que están impulsando el desarrollo de productos.
En especial, se analizaron las tecnologías ya establecidas en el sector, y las oportunidades y desafíos que conllevan las nuevas formas de tecnologías como el blockchain y el metaverso.
¿Qué utilidad tiene el metaverso para el sector legal?
Así, como explica la analista del sector Cassandre Cover en Law.com, cuando los profesionales de la abogacía apenas habían perfeccionado el uso de las plataformas de colaboración nacidas o reforzadas por la pandemia, ya se les está anunciando la llegada de la próxima generación de tecnología: la Web. 3.0
Los datos expuestos señalan que para 2026, se espera que el 25% de las personas pasen alrededor de una hora al día en el Metaverso para trabajar, comprar, educarse y entretenerse y que el 30% de las empresas tendrán "productos y servicios listos para el Metaverso".
Sin embargo, advierte Cover, aunque estas afirmaciones despertaron la curiosidad de los profesionales del derecho, por ahora, también fueron recibidas con algunas reservas. Principalmente porque, como señala una ejecutiva que cita, "No creo que nadie sepa realmente lo que quiere hacer o lo que va a hacer todavía con esta tecnología", por lo que lo más probable es que las empresas van a seguir experimentando con ella.
Algo similar a lo que sucede con la tecnología blockchain para los contratos y acuerdos, ámbito en el que se aprecia que todavía existen muchas preguntas sin respuesta. En general se considera que, salvo algunos casos muy concretos relacionados con Blockchain y algunos contratos relacionados con el mismo, los bufetes de abogados no tienen la infraestructura o la necesidad de apoyar ese tipo de tecnologías todavía.
La inteligencia artificial, cada vez más presente en la actividad de la abogacía
Prueba de la creciente consolidación de las tecnologías inteligentes en el sector jurídico fueron las varias sesiones que la conferencia dedicó a las mismas, tanto para debatir la evolución de la IA de consumo en los bufetes de abogados como para analizar cómo aprovechar la IA para predecir mejor los resultados de los asuntos.
En este sentido, la creciente presencia en el mercado de herramientas customizables por los usuarios permitió mostrar diversos ejemplos sobre cómo las firmas pueden desarrollar e implementar sus propios modelos de IA pre-construidos y reutilizables. El interés de estas aplicaciones se aprecia particularmente en ámbitos como el análisis de contratos. Y también se detectó un creciente interés entre los profesionales por la posibilidad de usar la IA para la creación de contenidos protegibles por la propiedad intelectual.
Sin embargo, ello no implica que las firmas deban lanzarse a ciegas a adoptar esta tecnología, sino que, como advierte otro experto, aquellas deben tomarse su tiempo para pensar en cuáles son los problemas que quieren o necesitan resolver y si la IA es una herramienta adecuada para ayudar a resolverlos más rápidamente y mejor y no a expensas de la calidad del servicio.
En definitiva, como explica otro de los expertos citados por Cover, de lo que se trata es de tomar la enorme cantidad de datos que hemos estado recopilando durante décadas, más o menos sin saberlo, y convertir estas herramientas en formas efectivas de comenzar a analizar esos datos de manera significativa. De ahí que la necesidad número 1 del sector legal se pueda resumir en capturar y gestionar adecuadamente los datos que manejan.
Pero Bob Ambrogi, en su web Law Sites identifica también otros aspectos relevantes en relación con la tecnología:
Fatiga tecnológica
Los asistentes a ILTACON proceden en su mayoría de despachos de abogados medianos o grandes, y un hecho parece rotundamente claro: los profesionales del derecho que trabajan en estos despachos sufren de fatiga de plataforma.
La fatiga de plataforma es el síntoma de tener que cambiar continuamente de una aplicación o ventana a otra. TechRadar describe bien el problema: "Para hacer el trabajo, con precisión y puntualidad, tienes que dividir tu tiempo y atención entre diferentes ventanas, pantallas, fuentes de datos, archivos, alertas, monitores, programas, etc. Hay demasiados lugares a los que ir y demasiadas ventanas que comprobar, una situación que prácticamente garantiza que se va a perder algo".
Aparte del miedo a “perderse algo” -una preocupación muy real para los abogados y otros profesionales del derecho-, se detecta que el uso recurrente de la tecnología genera tedio y la ineficacia de tener que aprender y cambiar entre múltiples aplicaciones, interrumpiendo los flujos de trabajo y alargando el tiempo que se tarda en completar cualquier tarea.
Afortunadamente, destaca Ambrogi, ILTACON subrayó el hecho de que los proveedores son cada vez más conscientes de este problema y están respondiendo de diversas maneras.
Necesidad de plataformas centralizadas
Ante el problema es la fatiga, una respuesta es el diseño de un ecosistema tecnológico que ofrezca múltiples aplicaciones dentro de una única plataforma. Algo que no sólo facilita la integración del flujo de trabajo y reduce la fatiga de la plataforma, sino que también puede mejorar la seguridad cuando la plataforma es un proveedor establecido.
Ambrogi cita a este respecto el ejemplo de empresas que siguen y amplian este enfoque, como NetDocuments con PatternBuilder o Relativity, con Relativity Patents.
Interoperabilidad
Un complemento necesario de las plataformas es la interoperabilidad, una característica que permite que diferentes productos, aplicaciones o sistemas se comuniquen entre sí, normalmente para compartir datos de forma fluida. La forma más común de lograr la interoperabilidad es a través de las interfaces de programación de aplicaciones, o API, que es un software que permite que una aplicación hable con otra.
Explica Ambrogi que en ILTACON pudieron conocerse diversos ejemplos de empresas que están dando un gran impulso a la interoperabilidad de las API, como LexisNexis. Pero también se habló mucho de la Alianza SALI (abreviatura de Standards Advancement for the Legal Industry) y de la recientemente publicada versión 2.0 de su Legal Matter Standard Specification, un intento de crear un conjunto común de estándares de datos para la industria legal con el fin de facilitar la interoperabilidad entre clientes, proveedores de servicios legales y tecnologías.
Automatización
Destaca Ambrogi que una palabra que surgió en prácticamente todas las conversaciones sobre productos que mantuvo fue “automatización”. Los profesionales del derecho quieren productos tecnológicos que les liberen de las tareas repetitivas para poder centrarse en el trabajo analítico e intelectual de alto nivel que supone servir a sus clientes.
Simplificación de precios de la tecnología
Finalmente, Ambrogi destaca la preocupación que detectó entre los profesionales del sector legal por la fijación de precios de los productos de tecnología jurídica. En su opinión, los clientes de estos productos están cansados de esquemas de precios de productos que son opacos, nebulosos, complicados y confusos.
En este sentido, identifica que algunos proveedores están escuchando esta preocupación y respondiendo a la misma, con modelos como el de Relativity, que agrupa todas las tarifas de los usuarios en una única tarifa de datos, o el de Zuva, la empresa de IA aplicada a la gestión de contratos que surgió de Kira después de que ésta fuera adquirida por Litera el año pasado, cuyos precios se describen claramente en su sitio web.