Un euro digital es una forma digitalizada de dinero del banco central directamente disponible para los usuarios, como complemento del efectivo. El euro digital podría respaldar nuevas soluciones transfronterizas para pagos y el desarrollo de pagos instantáneos, como ejemplos de apoyo a la innovación y de fortalecimiento de la competencia y de la autonomía estratégica abierta de la Unión Europea.
La adopción del euro digital requeriría la adopción de un Reglamento europeo además de determinados ajustes del actual marco legislativo de la Unión Europea para adaptarse al euro digital y posiblemente a las monedas digitales emitidas por bancos centrales de Estados Miembros no pertenecientes a la zona del euro como por ejemplo, la definición de “fondos” del artículo 4.25 de la Directiva 2015/2366 (LA LEY 20018/2015), sobre servicios de pago en el mercado interior.
La consulta va dirigida a todas las partes interesadas, especialmente a las industrias clave que se podrían ver afectadas por la adopción del euro digital:
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• profesionales de la industria de los servicios de pagos, proveedores de servicios de pagos (incluidas entidades de crédito, entidades de pago y de dinero electrónico),
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• proveedores de infraestructuras para servicios de pagos,
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• desarrolladores de soluciones para servicios de pagos,
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• asociaciones (mercantiles y profesionales) y cámaras de comercio
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• asociaciones de consumidores y de inversores minoristas,
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• autoridades competentes sobre el blanqueo de capitales, unidades de inteligencia financiera y otras autoridades, y expertos en innovación.
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