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Séptima entrega de testimonios de nuestros lectores y colaboradores

Qué es para ti el Diario LA LEY (VII)

  • 10-3-2022 | Wolters Kluwer
  • Nevos testimonios de nuestros lectores y colaboradores con motivo de la publicación del nº 10.000, sobre qué ha significado en su vida profesional contar con una publicación como el Diario LA LEY. Haz como ellos, mándanos tu testimonio y compártelo con el resto de lectores.

¿Qué te aporta el Diario LA LEY en tu día a día profesional? ¿Cómo te ayuda? ¿Por qué nos lees? Mándanos un correo a es-diariolaley@wolterskluwer.es indicando «testimonio» en el asunto y compártelo con todos los lectores.

Será suficiente con un breve texto (no más de 400 palabras). Manda también tu nombre, cargo y una foto. Semanalmente, publicaremos los testimonios que nos vayan llegando. Os esperamos. Muchas gracias.

Seguimos recibiendo testimonios de lectores y colaboradores… Te los presentamos por orden alfabético.

Enrique Bacigalupo Zapater, Catedrático de Derecho Penal

Difunde trabajos teóricos de importancia para el desarrollo, crítica y comprensión del ordenamiento jurídico

El Diario LA LEY es un elemento imprescindible para mantener la información jurisprudencial. Cumple por lo tanto una función esencial para la práctica y para la enseñanza del derecho. Es claro que el solo conocimientos de los textos legales sin el conocimiento de la interpretación y aplicación de los mismos por los tribunales no permite un conocimiento integral del orden jurídico. Hans Kelsen dio especial importancia a la producción normativa de los órganos jurídicos y nuestro Código Civil establece, al definir las fuentes del derecho en el art. 1.1.6., que “la jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico”. El alcance de esta disposición legal es discutible, dado que no dice nada sobre el efecto vinculante de la jurisprudencia, que tradicionalmente ha sido negado por quienes sostienen que solo un parlamento puede dictar normas generales y que las sentencias de casación, por lo tanto, sólo deben regir para el caso objeto de la misma. De todos modos, en la práctica, las sentencias del Tribunal Supremo dictadas en recursos de casación son frecuentemente invocadas como fundamento de sus decisiones por los tribunales inferiores e invocadas por las partes litigantes, lo que demuestra la autoridad que se les reconoce, sin perjuicio de las críticas que ocasionalmente puedan generar. Por estas razones considero muy importante la función que cumple el Diario LA LEY, pues es una seria fuente del conocimiento de un complemento del orden jurídico. Todo ello sin perjuicio de la labor de difusión de trabajos teóricos de importancia para el desarrollo, crítica y comprensión del ordenamiento jurídico.

Daniel Berzosa, Abogado, Doctor por la Universidad de Bolonia-Real Colegio de España, Profesor de CUNEF Universidad, IEB e IE Law School

Su presencia durante 10.000 números es una señal notoria de su conexión con el entramado y palpitación del mundo jurídico

El Diario LA LEY ha alcanzado su ejemplar ¡número 10.000! Hay que leer dos y tres veces el dato de lo asombroso e insólito que resulta. Ya suponen logros notables que una publicación de calidad llegue al número 100, no digamos al número 1000, pero al ¡número 10.000!... Sin duda alguna es un hito extraordinario. Para cualquier publicación. Aún más si es rigurosa y, por tanto, de referencia incuestionable en un sector. Un logro al alcance de muy pocos. Y es exactamente lo que ha sucedido con el Diario LA LEY.

La continuidad no es fácil de mantener. Si el Diario LA LEY ha logrado sus primeros 10.000 números es porque es un producto útil y valioso, al ser una plataforma dinámica de encuentro del sector jurídico en sus vertientes analítica, especulativa y operativa, y una fuente veraz de noticias sobre el Derecho. El Diario LA LEY es una publicación viva, una auténtica escuela actual y prospectiva, intelectualmente atrayente, también por la perspectiva jurídica subyacente o explícita de sus autores. Lo que dice todo de su libertad.

Porque el Diario LA LEY lleva cuarenta años no solo informando, sino formando desde los fundamentos, al contar con las opiniones, comentarios y aportaciones de los mejores juristas de España. Análisis y perspectivas no siempre coincidentes; pero siempre argumentados y reflexivos y, por tanto, enriquecedores. La presencia durante 10.000 números del Diario LA LEY es una señal notoria de su conexión con el entramado y palpitación del mundo jurídico. Es indudable que estamos ante un trabajo difícil y de éxito, que interesa a todos los profesionales del Derecho.

Ante este número 10.000, doy la enhorabuena y felicito de corazón a todos los que han hecho posible el Diario LA LEY todos estos años, y los animo a que no decaigan en su importante labor jurídica y social. Al tiempo que agradezco la iniciativa, la seriedad y la determinación con que la editorial Wolters Kluwer España lanzó y cuida un medio docente y discente para nosotros. Un diario especializado que se ha mantenido al frente de la comunicación jurídica desde su primer número, lo sigue haciendo hoy mismo y, sin duda, lo hará, y así se lo deseo, durante muchos años más.

José Francisco Escudero Moratalla, Secretario coordinador Provincial de Girona

Un compañero, un elemento indispensable en el devenir y en la actividad diaria

Decía el poeta romano Juvenal que “nunca es largo el camino que conduce a la casa de un amigo”. Del mismo modo, al llegar por la mañana al puesto de trabajo, a la oficina, nunca es costoso conectarse al “amigo diario jurídico LA LEY”, para en los primeros minutos de la jornada ilustrarse con sus informaciones, noticias, artículos y novedades. Y sentirse vivo y seguro jurídicamente. Como Secretario Coordinador Provincial de Girona, “LA LEY” es una herramienta de conocimiento que permite conseguir de manera fácil y accesible materiales que desde Secretaría de Coordinación pueden ser transmitidos y compartidos con el resto de Letrados de la Administración de Justicia de las provincia mediante la inserción de sentencias, artículos u otras noticias relevantes en la Unidad Compartida M para que puedan ser consultadas o utilizadas para el trabajo diario. Además, la relevancia y actualidad de “LA LEY” reviste de un tamiz de calidad a nuestras tareas. “LA LEY” es sin duda alguna, un compañero, un elemento indispensable en el devenir y en la actividad diaria de este equipo que forman el conjunto de Letrados de la Administración de Justicia de la provincia de Girona. Muchas gracias.

Mercè Ferrer Adroher, Gestora procesal

Conocimiento tangible, de verdad, artículos que conectan la teoría con la práctica

Cuando era estudiante de derecho veía LA LEY como un Diario jurídico de consulta en el que obtener conocimiento tangible, de verdad, lejos de los libros de derecho, tan académicos y teóricos, encontraba información, artículos que conectaban la teoría con la práctica.

Más tarde en la práctica del día a día en el Juzgado una herramienta que me ayuda a mantenerme al día, mediante las novedades legislativas, noticias, leyes y, a través de los artículos en ocasiones a clarificar algunos temas o mantenerme más informada. Gracias a las nuevas tecnologías es muy fácil encontrar en la página web de LA LEY artículos u otras noticias jurídicas de relevancia para poder ilustrarme en el día a día de mi trabajo.

En Secretaría de Coordinación compartimos dicho conocimiento y herramientas con los Letrados de la Administración de Justicia en los temas que nos parecen relevantes para la actividad de los Letrados de la Administración de Justicia en general o para una jurisdicción en concreto.

Para mí, junto al Secretario Coordinador de Girona, ha sido una gran oportunidad poder expresar mi punto de vista mediante los artículos que hemos escrito conjuntamente en el Diario La Ley.

Esteban Mestre Delgado, Catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Alcalá. Abogado. Presidente de la Sección Cuarta (de lo Penal) de la Comisión General de Codificación. Director de la revista LA LEY Penal

Un gran compañero en mi carrera profesional

Comencé mis estudios de Derecho en 1979, y en aquella época sin teléfonos móviles, ordenadores ni redes sociales, los estudiantes pasábamos mucho tiempo en las bibliotecas. Yo, como otros tantos de mis compañeros, era asiduo a la de la Facultad de Derecho de mi Universidad de Alcalá. Y leía mucho y, con la familiaridad que se genera en las Universidades pequeñas (pertenezco a la segunda promoción de esa Facultad, y entonces apenas éramos 80 alumnos en el curso), recibía constante información de las novedades que iban llegando.

Y en 1980 empecé a leer una curiosa publicación, que se rotulaba “Diario LA LEY”, y cuyo formato captó de inmediato mi atención. Con la agilidad e inmediatez de un periódico, ofrecía información actual y rigurosa de la legislación y la jurisprudencia que iban apareciendo, junto con comentarios doctrinales sobre los más variados aspectos del ordenamiento jurídico. Enseguida, incorporé su lectura a mi rutina diaria, y aprovechaba sus contenidos para complementar mis apuntes, o hacer citas eruditas en mis exámenes.

En 1984 me licencié y de inmediato me colegié y empecé a ejercer mi profesión de Abogado. Y una de mis primeras inversiones fue suscribirme al Diario. Continuaba con el hábito de su lectura, pero (aprovechando que las hojas volanderas diarias se sustituían trimestralmente por muy vistosos tomos, y además recibía anualmente su utilísimo Repertorio) le daba además un uso que no podía realizar con los ejemplares que manejaba en la biblioteca de mi Facultad: recortaba y pegaba. Las modificaciones legislativas, en las páginas correspondientes de las ediciones de los textos legales, que así alargaban considerablemente su vida útil; y la jurisprudencia, en fichas que ordenaba temáticamente, y que consultaba en cada ocasión que un pleito requería de una cita actual y adecuada.

Desde entonces, el Diario me ha acompañado en mi evolución profesional, y sus tomos han figurado durante muchos años en las salas de mi despacho, pero no como mera decoración, sino como instrumento de trabajo cotidiano de los Abogados que sucesivamente se han ido integrando en él. Y, cuando en 2004 ese proyecto editorial, en respuesta a las crecientes inquietudes y especializaciones de la práctica forense, comenzó a enriquecerse con otros distintos desarrollos, la Editorial Wolters Kluwer me confió la dirección de su Revista especializada en Derecho Penal: LA LEY Penal. En estos 18 años me he sentido parte de esa gran familia que comenzó con el Diario. Y, como un buen hábito, 42 años después continúo con su lectura diaria.

Juan Roca Guillamón, Catedrático de Derecho Civil (Emérito). Presidente de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia de la Región de Murcia. Patrono de la Fundación Wolters Kluwer

La más competitiva de las herramientas de este tipo entre todas las que dispone hoy el jurista español

La aparición en papel del Diario LA LEY a comienzos de la década de los ochenta del pasado siglo supuso para mí, como para tantos profesionales del Derecho, la apertura de una suerte de ventana a distintas visiones del ordenamiento, a través de las noticias de actualidad que, con agilidad periodística, ponía a mi alcance de manera cómoda, accesible y cotidiana, el acontecer jurídico real del país, hasta el punto de suscitar una forma de dependencia, similar a la que se pueda tener de la prensa diaria. Posteriormente la digitalización, las bases de datos en sus sucesivos formatos, y los suplementos y publicaciones especializados, han venido a convertirlo en la más competitiva de las herramientas de este tipo entre todas las que dispone hoy el jurista español.

A partir de su integración, en 1994, en la multinacional Wolters Kluwer, el desarrollo tecnológico del grupo LA LEY ha sido vertiginoso, merced al buen hacer de profesionales siempre de primer nivel que, desde sus distintas responsabilidades, han sabido pilotar esta gran empresa por los procelosos mares de un mercado donde la oferta tecnológica de vanguardia es la que, al cabo, prima de cara al cliente.

La posibilidad que se me brindó en esos primeros tiempos de integrarme en el comité editorial y, enseguida, como jurado del prestigioso “Premio LA LEY” bajo la presidencia del notario Luis Jorquera, fue también una inolvidable experiencia, anualmente repetida durante toda su andadura, de compartir opiniones y contrastar pareceres con prestigiosos juristas; experiencia que hoy mantengo coincidiendo con algunos de ellos, como miembros del Patronato de la Fundación Wolters Kluwer, en las reuniones periódicas que, a la llamada de las brillantes presidentas, Rosalina Díaz Valcárcel antes y hoy de Cristina Sancho Ferrán, respondemos cuantos subsistimos de aquella primera época.

Mi enhorabuena a LA LEY y a todos los que la hacen posible, día a día, por estos primeros 10.000 números.

Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer, Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Presidente del Tribunal constitucional (1992-1995). Miembro Permanente del Consejo de Estado. Patrono de la Fundación Wolters Kluwer

Un instrumento indispensable para muchos de los que nos dedicamos al Derecho

10.000 números del diario jurídico LA LEY es un buen momento para reflexionar sobre lo que sus más de cuatro décadas de existencia ha supuesto en el ámbito de la justicia, de la doctrina y de los operadores jurídicos. Aunque Oliva Vélez tuvo intención de importar a España el modelo de un periódico ya existente en Argentina, la adaptación de ese modelo a España y a su ordenamiento jurídico supuso un cambio sustancial que, desde el primer momento, hizo de LA LEY una obra novedosa y original que felizmente ha continuado hasta hoy.

El propósito inicial y actual, y lo que le ha dado originalidad, es la conjunción entre la práctica jurídica y la doctrina que, entre nosotros, no se percibía en las publicaciones de la época, unas meramente prácticas o instrumentales, otras, como las revistas científicas en las que los temas se trataban de modo dogmático y teórico y alejado de la realidad cotidiana y, sobre todo, de la actualidad.

Por eso, como se afirmaba en su primer número, LA LEY significó un enorme desafío en un momento fundamental en el que la aplicación de la Constitución obligaba a una transformación radical no solo del ordenamiento jurídico sino del pensamiento jurídico y de la jurisprudencia, para recibir las inspiraciones, los criterios, los valores, los principios y los derechos innovadores establecidos por el constituyente.

El subtítulo de LA LEY, referente a doctrina, jurisprudencia y bibliografía, indicaba, como ya se veía en el sumario del primer número, incluir recensiones de libros, revista de revistas y artículos doctrinales, todo ello con el trasfondo de una conexión con la actualidad inmediata. La novedad como revista jurídica se la daba el acercamiento a la realidad y al mundo de los operadores jurídicos, ofreciéndoles, al mismo tiempo, “material de trabajo”, información documentada, como decía el primer director, Andrés de la Oliva, “una buena y continúa información jurisprudencia y doctrinal para encontrar… una orientación fiable y completa para el estudio de temas que interesen en cada momento”.

Hay que reconocer que ese desafío se daba también en el terreno del mercado de publicaciones, especialmente frente al monopolio informativo de facto en aquella época de Editorial Aranzadi. En contraste con el modelo Aranzadi, de venta directa de fascículos que luego tenían que encuadernarse y en los que se incluían considerandos de sentencias sin dar a conocer el fondo del asunto, LA LEY va a suponer una selección rigurosa de sentencias relevantes, con el contenido completo o con reseñas, o de monografías de jurisprudencia, que el usuario recibirá luego en tomos bellamente encuadernados, con índices exhaustivos que facilitan la localización de temas, incluyendo, más allá del Tribunal Supremo, la llamada jurisprudencia menor. La localización fácil será el anticipo para elaborar un tesauro que acabará formando la actual importante base de datos jurisprudencial.

El Diario consigue una posición en el mercado, jugando no al precio sino a la calidad, y para ello abre sus páginas a juristas de reconocido prestigio de la cátedra o de la justicia, pero también a jóvenes estudiosos que con el tiempo han alcanzado el nivel de maestros. Esa apertura generosa a todo estudio jurídico de calidad e interés ha hecho que la lista interminable de personas que han colaborado en LA LEY en estos decenios refrende el éxito de la aventura entonces emprendida y permita apostar por una larga continuidad del Diario, instrumento indispensable para muchos de los que nos dedicamos al Derecho.

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