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Seguimos recibiendo testimonios de lectores y colaboradores… Te los presentamos por orden alfabético.
Enrique Arnaldo Alcubilla, Magistrado del Tribunal Constitucional. Catedrático de Derecho Constitucional (s.e.) y Letrados de las Cortes Generales (s.e.)
La costumbre es fuente del derecho… He convertido en costumbre la diaria lectura del Diario LA LEY
La costumbre es fuente del derecho, es decir, crea derecho siempre que el uso se repita con plena convicción de su necesidad y vinculatoriedad y que, como dice el artículo 1.3 del Código Civil (LA LEY 1/1889), «no sea contraria a la moral o al orden público», cuyo contenido la ley determina. Confieso que como Letrado de las Cortes Generales siempre he ponderado el papel trascendente de la costumbre en cuanto la vida del Parlamento transcurre en no poca medida en función de los usos consolidados en virtud de su reiteración sostenida en el tiempo y que completan integradoramente los Reglamentos de las Cámaras.
Cualquiera que, pacientemente, haya llegado a este segundo párrafo se preguntará la razón del elogio de la costumbre. Y he aquí la explicación. He convertido en costumbre la diaria lectura del Diario (y discúlpeme la redundancia) LA LEY. Ciertamente esa lectura comienza por el índice que, visualizado con sencillez, permite acceder a aquellos artículos, documentos, sentencias o noticias que a cada uno interesan. Y cada día hay al menos uno o dos de alcance, seguro que también para todos los juristas pues el Diario —aunque ahora más conocido «newsletter»— nos pone al día (valga otra vez la redundancia) a los que hemos hecho del Derecho vocación primero y profesión después. Enhorabuena, pues, a los sucesivos responsables y, por supuesto, a todos los colaboradores, entre los que figura la práctica totalidad de los grandes juristas españoles de las generaciones últimas.
Como miembro de una generación que nace en una era no digital, he de confesar que echo de menos el Diario LA LEY en papel, pues, como lector apasionado por influencia de mi madre, sigo anclado en tal formato, por más que agradezca el acceso a través del Smartphone.
En efecto, hemos ganado en inmediatez, como también en la no limitación de la extensión de las colaboraciones y en la facilitación del acceso y de la conservación de los «favoritos», pero, lo que es más importante, pervive la calidad y excelencia de los contenidos del Diario. Solo una sugerencia: que el resumen o abstract sea más preciso y contenga, aunque brevemente, la tesis que se sostiene y no únicamente la exposición del tema del que se habla.
Carolina del Carmen Castillo Martínez, Magistrado-juez titular del Juzgado de Instancia n.o 4 de Castellón. Doctora en Derecho. Profesora Titular de Derecho Civil (excedente). Profesora Asociada de Derecho Civil. Universitat de València. Académica de número de la Real Academia Valenciana de Jurisprudencia y Legislación
Originalidad de formato, rigor jurídico, calidad científica y utilidad
Mis palabras en este momento de celebración no pueden ser sino de merecida felicitación y muy sentida gratitud a su prestigiosa editorial por la publicación del Diario. El elogio, común a cualquier jurista, se encuentra plenamente justificado por la originalidad del formato que, atinadamente actualizado a demanda de las necesidades y recursos tecnológicos, permanece en su esencia desde la originaria configuración, el rigor jurídico en la selección de las cuestiones de actualidad y presentación de las materias, la calidad científica de sus contenidos, y la eficacia que revierte en interés y utilidad para todos los operadores jurídicos que diariamente procedemos a su consulta como parte ya integrante de nuestra rutina de trabajo. El agradecimiento, en mi caso particular, asienta en la destacada aportación que su consulta me viene proporcionando desde mis tiempos de estudiante y en la infinita gratitud que deseo ahora manifestar a la dirección y al insuperable equipo humano por su profesionalidad y exquisita acogida al contarme entre sus colaboradoras desde hace ya más de veinte años.
Livina A. Fernández Nieto, Doctora en Derecho. Funcionaria del Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo. Profesora Asociada del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la URJC
Una publicación con cuarenta años y diez mil números a sus espaldas ha superado sobradamente la madurez
El paso del tiempo habla del Diario LA LEY sin palabras pero con acierto. Llegar no es fácil pero mantenerse es aún más complicado. Sin lugar a dudas, una publicación con cuarenta años y diez mil números a sus espaldas ha superado sobradamente la madurez.
Conocía el Diario LA LEY como curiosa lectora y fue una grata sorpresa que la profesora y letrada del Gabinete Técnico de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, Yolanda Cano Galán, también colaboradora de LA LEY, pensara en mí para aportar otro punto de vista no solo como estudiosa laboralista sino también como profesional de la práctica en la tramitación de los procedimientos que resuelve la Sala IV del Tribunal Supremo desde su incoación.
Guardo un recuerdo entrañable de aquella cita con Mercedes Rey que, en el año 2017, me propuso investigar y redactar un dosier sobre uno de los temas más complejos y que más conflictividad han generado ante los órganos del orden social: la modificación sustancial de las condiciones de trabajo. Así empecé una relación con el Diario LA LEY que continúa hasta el día de hoy.
En estos años he procurado, sobre todo, que las publicaciones fueran actuales y útiles para los profesionales e investigadores, pero también para mí. Las colaboraciones periódicas respecto a las materias más variadas, dentro de la disciplina jurídico laboral, han ido ampliando mis conocimientos y me han proporcionado un crecimiento, un desarrollo y un rigor técnico en mis argumentaciones que se va incrementando con cada una de las colaboraciones en las que intento ir más allá de la opinión y valoración personal y, por ello, trato de analizar los temas elegidos, desde distintos ángulos, adentrándome en sus diversos matices, recogiendo las consideraciones y los análisis no solo de los maestros y teóricos del Derecho del Trabajo sino también de los organismos internacionales, los agentes sociales y las Administraciones Públicas, para reafirmar o rebatir mis percepciones.
Me siento muy honrada cuando leo mi nombre junto al de los grandes juristas a los que tanto admiro y de cuyos ingentes conocimientos me nutro como la alumna que siempre seré.
No quiero olvidarme de mi agradecimiento más sincero a César Abella y M.ª Isabel Desviat por su atención y consideración hacia mí.
¡Larga vida al Diario La Ley!
Susana Herrero Maroto, Psicóloga del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias
La aportación que como psicóloga me habéis hecho en el ámbito penal y penitenciario estos años es única
La aportación que como psicóloga me habéis hecho en el ámbito penal y penitenciario estos años es única. Mi más sincera admiración por ayudarme a comprender el mundo jurídico, pero también por haber sido una revista interdisciplinar en la que he podido aportar mi granito de arena de los conocimientos que os he trasladado para ser publicados. Os he incorporado a mi vida profesional.
Antonio Martínez Nieto, Jefe del Protectorado de Fundaciones Culturales y Docentes. Consejería de Educación y Cultura. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Director de la revista Tráfico y Seguridad Vial
Gracias a la lectura de un artículo publicado en el Diario puede reelaborar algunos «temas» y obtener una excelente calificación en las oposiciones al cuerpo superior de administradores
Podría decir que para mí «LA LEY es el Derecho» desde mis tiempos de estudiante. Con esto no estoy haciendo un juego de palabras o afirmando una teoría jurídica positivista. El Diario LA LEY me ha acompañado durante toda mi vida profesional. Lo descubrí como alumno en prácticas en un despacho de abogados, hace casi 40 años, y hasta el momento presente me acoge, con la publicación estos días de un artículo sobre «Las fundaciones del sector público», un texto elaborado para un congreso sobre ese sector institucional.
El Diario LA LEY ha sido una herramienta básica en mi camino de formación jurídica. En mis tiempos de estudiante, en la Facultad de Derecho en Murcia, recortaba los fragmentos de sentencias que se iban publicando en el Diario, y luego los pegaba en los márgenes de los códigos y libros de texto para mantener actualizados los contenidos. Los números atrasados de LA LEY eran un tesoro del que sacaba información valiosa, que yo iba incorporando a mi sistema de conocimiento en papel, en aquellos tiempos felices y pre-digitales que se están esfumando para dar paso a otros modos de aprender.
Nunca podré olvidar un artículo doctrinal publicado en el Diario LA LEY, por un abogado del Estado, donde explicaba pormenorizadamente las fuentes del Derecho comunitario europeo, cuando este ordenamiento estaba integrándose entre nosotros y dando sus primeros pasos. Y lo recuerdo vivamente porque, gracias a la lectura y anotación del contenido de ese meticuloso y excepcional trabajo, puede reelaborar algunos «temas» y obtener una excelente calificación en las oposiciones al cuerpo superior de administradores.
Al comienzo de mi andadura profesional, y a raíz de mis primeras publicaciones en el Diario, muy pronto entablé una buena relación con los directivos, y como resultado pudimos iniciar, hace ya treinta años, un proyecto editorial, por entonces pionero en España. Se trataba de una colección de formularios que ofrecía el libro con los modelos para todo tipo de documentos jurídicos, y además un «disquete» con la versión digital, para que los usuarios pudieran utilizar los modelos sin necesidad de copiar nuevamente los textos.
Al primer libro de esta serie, los «Formularios de Procedimiento Administrativo Común», siguieron otros de diversos autores, creándose una impresionante colección que sigue dando servicio a los profesionales del Derecho en soporte electrónico. Uno de esos primeros manuales, los «Formularios de Tráfico», tuvo tan buena acogida que derivó en un sistema de «hoja intercambiable» y luego en una revista especializada en Tráfico y Seguridad Vial, todavía en circulación, que sigue formado parte de un proyecto digital con todo tipo de contenidos para ese sector. Hoy miramos los tomos encuadernados del Diario, inmóviles en las estanterías, y vemos la fugacidad de la vida y las normas que la regulan. Pero con nuevos formatos, el Diario LA LEY, es el mismo en su esencia y nos acompaña siempre, diez mil veces, como un amigo fiel, a todos los profesionales del Derecho.
Ángel Juan Nieto García, Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias
La formación continua que cualquier jurista puede tener
Echando la vista atrás, después de 16 años de colaboración en el Diario LA LEY, mis palabras no pueden ser otras que de agradecimiento: Agradecimiento por mi crecimiento personal en el esfuerzo y hábito en la reflexión, investigación, estudio, análisis y exposición de contenidos jurídicos a la hora de elaborar los trabajos que me habéis publicado. Agradecimiento profesional también por confiar en mis aportaciones jurídicas en una publicación de prestigio único. Habéis superado con creces con estos 10000 ejemplares —diariamente publicados— la formación continua que cualquier jurista puede tener. Enhorabuena, y a por otros 10.000.
Alberto J. Tapia Hermida, Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense de Madrid. Vicepresidente SEAIDA
En el contexto normativo actual, disponer de un instrumento de información jurídica de periodicidad diaria se convierte en una necesidad inaplazable
Es un hecho notorio que, durante estos últimos años, la regulación de la materia mercantil y, en particular, la del mercado financiero en sus diversos sectores bancario, de seguros y del mercado de valores han experimentado un proceso de cambio acelerado con la aparición de las denominadas «megatendencias» regulatorias como la digitalización y la sostenibilidad. Esta aceleración, especialmente acusada a resultas de la crisis económica provocada por la pandemia de la COVID 19, se traduce en una «motorización» legislativa y jurisprudencial tanto de nuestro Tribunal Supremo como del Tribunal de Justicia de la UE. En este contexto normativo, disponer de un instrumento de información jurídica de periodicidad diaria se convierte en una necesidad inaplazable para no acabar, en unos pocos días o semanas, hablando de Derecho derogado, con los riesgos profesionales que ello implica. Y esta necesidad la atiendo acudiendo al Diario LA LEY como lector y como autor. En esta última faceta, el Diario LA LEY me permite hacer llegar a un público jurídico amplísimo las novedades que acaecen en la regulación y en la jurisprudencia mercantil y financiera.
Pedro Tuset del Pino, Magistrado titular del Juzgado de lo Social núm. 11 de Barcelona
Te da la necesaria tranquilidad de conocer todos los aspectos legales e interpretativos que hagan más fácil tu trabajo
Recientemente el Diario LA LEY alcanzó los 10.000 publicados, todo un hito para una publicación jurídica de arraigada fama y de reconocida calidad, tanto por sus elaborados artículos doctrinales como por el prestigio de sus autores.
Me sumo a esta merecida conmemoración dejando testimonio de la importancia que en el plano profesional me ha representado el Diario LA LEY para poder estar al día en la normativa vigente y en la doctrina de nuestros tribunales. Un instrumento de trabajo necesario y que te da la necesaria tranquilidad de conocer todos los aspectos legales e interpretativos que hagan más fácil tu trabajo, ya sea como profesional del Derecho o como, en mi caso, juzgador.
Hoy en día resulta esencial poseer un conocimiento certero en el manejo normativo, fruto de la ingente producción legislativa, que evite, en la medida de lo posible, interpretaciones incoherentes o faltas de razonamiento. De ahí que los artículos doctrinales publicados en el Diario LA LEY contribuyan, con sus doctas opiniones, a adecuar la norma al sentido más próximo a la voluntad del legislador, ofreciendo la necesaria seguridad en su aplicación.
El esfuerzo, dedicación y vocación de los numerosos autores que han colaborado, colaboran y, sin duda, seguirán colaborando en esta empresa es digna de elogio y admiración porque con sus opiniones contribuyen a una mayor comprensión del Derecho, a ajustarla a cánones interpretativos afines al objeto de la norma y al respeto de los derechos del justiciable.
No dudo que esta labor, para muchos de nosotros, se ha conseguido, lo que de suyo es ya un éxito para todos los que participamos en el Diario LA LEY.
Reitero, nuevamente, mi felicitación, deseando que en los próximos 10.000 números su éxito sea igual de trascendente y de emotivo.
Pedro José Vela Torres, Magistrado de la Sala Primera del Tribunal Supremo
Un instrumento informativo y formativo de primer orden para cualquier profesional del Derecho
Para mí el Diario LA LEY es una puerta abierta a la actualidad jurídica que resulta de gran utilidad para estar al día. Conjuga de manera muy eficiente el periodismo especializado, a través de las noticias y novedades en materia legal y jurisprudencial, con el rigor jurídico de los artículos y comentarios que publican sus autores. Hoy por hoy es un instrumento informativo y formativo de primer orden para cualquier profesional del Derecho.
Angel Yuste Castillejo, Funcionario del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias
Permite conocer diferentes puntos de vista sobre cuestiones polémicas, a la vez que te sorprende con aportaciones originales respecto a otras inéditas
Me piden una reflexión, sobre lo que ha supuesto para mí el Diario LA LEY, como lector y colaborador.
En primer lugar, es una verdadera satisfacción constatar la veteranía del Diario. 10.000 números suponen la consolidación de una publicación, que es un referente por su calidad científica y el rigor con el que aborda las cuestiones jurídicas más variadas.
La consulta del Diario LA LEY permite conocer diferentes puntos de vista sobre cuestiones polémicas, a la vez que te sorprende con aportaciones originales respecto a otras inéditas que son tratadas con sugerente profundidad. Para mí, resultan particularmente atractivos los comentarios sobre la jurisprudencia más innovadora y trascendente. La visión crítica y concordada sobre las resoluciones aportan matices que enriquecen su comprensión y dejan un poso que permite desarrollar las opiniones personales. En este sentido, al margen de mis aportaciones forzosamente modestas; encuentro plumas de sorprendente y consolidada vitalidad, que conviven con otras menos conocidas, pero igualmente minuciosas y brillantes
Para mí, colaborar en el Diario LA LEY supone, la posibilidad de que mis reflexiones se publiquen en un medio de notable difusión en el ámbito jurídico, caracterizado por su pluralidad en el tratamiento de los temas y el respeto más absoluto a las opiniones de los autores.
Otra ventaja, que quiero poner de manifiesto; es la sensibilidad que he percibido para acelerar la publicación de los artículos, cuando el contenido coincide con temas de candente actualidad. Es en la controversia mediática, frecuentemente poco rigurosa en temas jurídicamente complejos; cuando determinadas aportaciones divulgativas encuentran una justificación añadida que traslada racionalidad al debate y neutraliza la vehemencia apasionada, que desenfoca las cuestiones polémicas.
Me resultan particularmente interesantes, los artículos de expertos que unen a su formación académica, experiencia en el ámbito de la gestión de los servicios públicos o en la aplicación concreta de normas y resoluciones. Su punto de vista, frente al estudioso estricto, impregna sus opiniones de un pragmatismo que, frecuentemente, el investigador o docente obvian.
Por último, quiero expresar el deseo de una larga vida al Diario LA LEY, para que siga siendo un foro de encuentro entre los que creemos que el Derecho, es la aportación social más lúcida para garantizar la convivencia y resolver los conflictos de la manera menos traumática posible.
El reto permanente del legislador por encontrar soluciones, imaginativas y eficaces, a los problemas cambiantes que precisan ser embridados legalmente; será más fecundo con las contribuciones y el concurso de expertos y estudiosos. La labor de impulso y estímulo para canalizar las inquietudes de tantas personas, por una publicación científica tan clara y amable como es el Diario LA LEY; será, sin duda, una visión luminosa y samaritana para jueces, tribunales y gestores públicos. A la hora de buscar la respuesta, equitativa y meditada, que la Sociedad demanda y espera de todos nosotros.
Por todo ello, muchas gracias a los que hacéis posible una empresa tan afortunada.