Carlos B Fernández. La República Popular China continúa actualizando su normativa sobre tecnología y protección de datos.
Tras la aprobación a mediados del pasado mes de agosto, del Reglamento de protección de la seguridad de las infraestructuras críticas de información, que entró en vigor en septiembre; de la Ley de protección de la información personal y de la tramitación de un proyecto de Reglamento sobre algoritmos de recomendación en internet, llega ahora la publicación de sus “Normas éticas para una inteligencia artificial de nueva generación”.
Según el China-UK Research Centre for AI Ethics and Governance, el pasado 25 de septiembre, el Comité Nacional de Gobernanza para la Inteligencia Artificial de Nueva Generación publicó estas Normas, destinadas, según su párrafo de presentación a “permitir aplicar en profundidad el "Plan de Desarrollo de la Inteligencia Artificial de Nueva Generación", para perfeccionar y aplicar los "Principios de Gobernanza para la Inteligencia Artificial de Nueva Generación", para mejorar la conciencia ética sobre la Inteligencia Artificial (IA) y la conciencia de comportamiento de toda la sociedad, para guiar activamente las actividades responsables de investigación, desarrollo y aplicación de la IA, y para promover un desarrollo saludable de la IA”.
Se trata de un texto cuyo objetivo es integrar la ética en todo el ciclo de vida de la IA, con el fin de proporcionar directrices éticas para las personas físicas, las personas jurídicas y otras organizaciones relacionadas con actividades relacionadas con la IA.
Este conjunto de normas éticas incluye principios generales, normas éticas para actividades específicas y directrices de organización y aplicación. Este conjunto de normas éticas plantea 6 requisitos éticos fundamentales, como la mejora del bienestar de la humanidad, la promoción de la equidad y la justicia, la protección de la privacidad y la seguridad, la garantía de controlabilidad y fiabilidad, el fortalecimiento de la responsabilidad y la mejora de la alfabetización ética. Al mismo tiempo, se proponen 18 requisitos éticos específicos para actividades concretas como la gestión, la investigación y el desarrollo, el suministro y el uso de la IA.
Según esa misma fuente, este texto ha sido objeto de un estudio de investigación, de una redacción minuciosa, de un llamamiento a las opiniones y a los comentarios de terceros, y ha tenido plenamente en cuenta las preocupaciones éticas actuales en materia de privacidad, prejuicios, discriminación y equidad de todos los sectores de la sociedad.
Como explica Xinmei Shen en el South China Morning Post, este documento va en consonancia con los objetivos de Pekín de frenar la influencia de las grandes tecnologías y convertirse en el líder mundial de la IA para 2030.
En opinión de esta informadora especializada en tecnología, el objetivo del texto, es "asegurar de que la inteligencia artificial esté siempre bajo el control de los humanos" y que los seres humanos puedan tener pleno poder de decisión y puedan elegir si aceptan los servicios de IA, a salir de una interacción con un sistema de IA o interrumpir su funcionamiento en cualquier momento.
Según Rebecca Arcesati, analista del think tank alemán Mercator Institute for China Studies (Merics), citada en el artículo, "se trata de la primera especificación que vemos del gobierno [chino] sobre la ética de la IA", "antes sólo habíamos visto principios de alto nivel". En opinión de esta analista "China está optando, en última instancia, por un modelo de mano dura, en el que el Estado está pensando muy seriamente en las transformaciones sociales a largo plazo que traerá la IA, desde la alienación social hasta los riesgos existenciales, y tratando de gestionar y guiar activamente esas transformaciones", con una visión notablemente previsora.
De hecho, estas nuevas directrices sobre IA son "un mensaje claro para los gigantes tecnológicos que han construido modelos de negocio enteros sobre algoritmos de recomendación", dijo Arcesati.
Las directrices prohíben que los productos y servicios de IA participen en actividades ilegales y pongan en grave peligro la seguridad nacional, la seguridad pública o la seguridad de la fabricación.
Para prevenir los riesgos es necesario detectar y resolver las vulnerabilidades técnicas y de seguridad de los sistemas de IA, asegurarse de que las entidades pertinentes rindan cuentas, según el documento, y mejorar la gestión y el control de la calidad de los productos de IA.
Tampoco deben poder perjudicar el interés público, afirma el documento.
La carrera de China por convertirse en líder global de la IA
En 2017, el Consejo de Estado de China estableció un ambicioso plan para superar a Estados Unidos y convertirse en el líder mundial en IA. La primera fase del plan, que otorga al gobierno un papel de liderazgo, especificaba que la industria nacional debería seguir el ritmo de la tecnología, las aplicaciones, las directrices éticas y los marcos políticos de la IA más destacados para 2020.
El siguiente objetivo es conseguir grandes avances en IA para 2025 y convertirse en el país líder en este campo para el final de la década.
El texto en inglés de las nuevas normas puede consultarse en este enlace: https://ai-ethics-and-governance.institute/2021/09/27/the-ethical-norms-for-the-new-generation-artificial-intelligence-china/