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«Invertir en tecnología facilita optimizar costes, disponer de mayor agilidad y seguridad jurídica y retener el talento»

«Invertir en tecnología facilita optimizar costes, disponer de mayor agilidad y seguridad jurídica y retener el talento»

  • 3-6-2021 | Wolters Kluwer
  • Con motivo de la presentación del informe de Wolters Kluwer “Abogado del futuro 2021”, José Medina y Cristina Retana, responsables de Tecnología e Innovación de Wolters Kluwer Legal & Regulatory España, respectivamente, analizan en esta entrevista las lecciones que la pandemia ha ofrecido a la abogacía y las tendencias de mercado que se deducen de la encuesta.

La edición 2021 del informe « Future Ready Lawyer - Abogado del Futuro » de Wolters Kluwer, titulado «Más allá de la pandemia», refleja el profundo impacto que el Covid-19 ha producido en el sector, con unos efectos cuyo alcance final quizás no puede precisarse todavía.

Este informe, elaborado en base a una encuesta realizada a 700 profesionales del sector jurídico de 10 países de Europa y EEUU, analiza las principales tendencias que van a condicionar el futuro del ejercicio de la Abogacía, y cómo se van a preparar tanto despachos como asesorías jurídicas corporativas para conseguir mejorar su rendimiento en un contexto como el presente.

Si todo parecía indicar que, con las incertidumbres propias de cualquier momento, 2020 iba a ser un año de «business as usual», a finales de marzo la situación se había trastocado por completo. La preocupación por entonces era mucho más prosaica: sobrevivir y poder seguir prestando servicios a los clientes, en unas condiciones nunca antes imaginadas.

Pasados los peores momentos y en un tiempo de recuperación todavía incipiente, al amparo de las políticas públicas de vacunación, las firmas deben centrarse en reforzar su preparación para una «nueva normalidad» de características todavía inciertas.

Pero en ese panorama lleno de interrogantes, la pandemia ha dejado al menos una evidencia irrefutable: el fundamental papel de las soluciones tecnológicas para la supervivencia, continuidad y crecimiento de la abogacía.

Si bien el sector había comenzado a asumir una dinámica de transformación digital, su ritmo era cauto y hasta en algún sentido, displicente. Ahora, ha visto abrumadoramente confirmadas unas tendencias y prioridades ya anunciadas.

Los profesionales son muy conscientes de ello. El estudio confirma que los abogados consideran, ya sin ninguna reserva, que la transformación digital y la tecnología son elementos clave para su mejor rendimiento, eficiencia y productividad y que, en consecuencia, a lo largo de los próximos años se va a mantener un mayor uso e inversión en soluciones tecnológicas.

Por su proximidad a los clientes y a sus necesidades, los profesionales de Wolters Kluwer disponen de una visión particularmente profunda del sector y de las contingencias a las que se ha visto sometido durante este tiempo. Por eso, escuchar las opiniones de José Medina, responsable de tecnología, y de Cristina Retana, responsable de contenidos e innovación de la compañía, resulta particularmente interesante en estos momentos y a la luz de este informe.

Como advierten, es evidente que las cosas ya no van a volver a ser cómo antes, principalmente porque «hemos abierto nuestra mente a un nuevo mundo de posibilidades» en el que tecnología y nuevas formas de trabajo nos permitirán disponer de un futuro mejor.

El informe «Abogado del Futuro 2021» puede descargarse en este enlace.

¿Qué impresión tiene del impacto que ha producido hasta ahora la pandemia en los profesionales del Derecho, y cuál cree que puede ser ese impacto de cara al futuro?

No hay duda de que la pandemia que estamos viviendo ha tenido un impacto importante en la forma de trabajar de los profesionales del Derecho, pero sobre todo ha afectado a su forma de ver las cosas y de aceptar métodos, herramientas o procedimientos que, con anterioridad, no eran percibidos de la misma manera. Es y ha sido claramente el «acelerador de partículas» o «condensador de fluzo» que se necesitaba para estimular e impulsar la transformación digital en el sector legal, tan necesaria como esperada.

Es evidente que las cosas ya no pueden volver a ser cómo antes y que hemos aprendido a trabajar de otra manera, tanto en solitario, como en el trabajo colaborativo y también sabemos aproximarnos a nuestros clientes de otra forma y mediante tecnología que facilita mucho la relación a distancia. Pero, sobre todo, hemos abierto nuestra mente a un nuevo mundo de posibilidades que, acompasado, con la fórmula tradicional presencial, nos ofrece una perspectiva híbrida, en la que en el futuro podremos tener lo mejor de los dos mundos.

¿Cuáles considera que son las características clave de las organizaciones que han resistido bien la crisis?

En general, todas las organizaciones, al igual que las personas, han sufrido mucho con esta crisis, pero si hemos de destacar cuáles han sido los valores clave para resistir mejor, diríamos que la adaptación al cambio y la motivación a los equipos en remoto.

Adaptarse ágilmente a una situación tan extraña e incierta, como fue el inicio del confinamiento, no era fácil, pero sólo los que no se dejaron llevar por la inercia y el temor, lograron dar la vuelta a un entorno tan complejo.

Adaptarse supone innovar, pensar qué necesitan tus clientes en esos momentos y poner en marcha a toda la organización en pro de esos nuevos objetivos. Eso sí, todo ello con gran dosis de empatía y motivación a unos equipos que nunca habían estado tan alejados físicamente, pero tan próximos emocionalmente.

Motivar siempre es positivo, pero motivar y calmar los ánimos cuando hay miedo es algo que el líder de la organización sabe hacer en el contacto físico, pero ignoraba cómo hacerlo en un entorno exclusivamente digital. Lograr que el equipo sienta que forma parte de la organización y que hay un horizonte alcanzable, fue un reto que no todos pudieron alcanzar.

¿Qué áreas del sector legal cree que se enfrentarán a una mayor disrupción en el futuro —para bien o para mal— y por qué?

Claramente hay un antes y un después en la relación abogado-cliente o en la del Abogado in house con sus abogados externos. Las formas de interactuar han cambiado drásticamente y todos han experimentado cómo es posible dialogar, explicar o, incluso, negociar de forma digital y en remoto.

Un nuevo modelo de relación con clientes y proveedores se va a establecer como cotidiano y las nuevas tecnologías deberán ayudar a que exista un entorno colaborativo y securizado en la nube, en el que, ciertas actividades, hoy manuales por parte de los abogados, se realicen de forma automatizada, y en donde, la gestión documental y de tareas, se pueda configurar digitalmente.

El mundo de los Servicios legales alternativos (ALSP), basados en la automatización de ciertas tareas y el soporte tecnológico al negocio, se va a consolidar y se va a extender a otros ámbitos más tradicionales, dando paso a un modelo de virtual lawyering, que ha llegado para quedarse.

Asimismo, veremos cómo muchas de las actividades de bajo valor añadido son sustituidas por la tecnología, permitiendo al abogado focalizarse en todo aquello en donde puede aportar mucho más valor y que no es sustituible por la máquina.

¿Qué cambios realizados durante la pandemia piensan que se van a mantener?

Creemos que hay bastantes cosas que se van a mantener en el futuro. Ha sido un período de aprendizaje para todos, en donde hemos conocido las ventajas y los puntos débiles, hasta ahora desconocidos, del trabajo en remoto, las reuniones virtuales, la firma digital, los juicios por videoconferencia o las plataformas colaborativas.

Lo bueno y malo de ambos mundos confrontados, físico y virtual, debe complementarse y orientarnos hacia una solución híbrida, donde seamos capaces de discernir cuándo es mejor virtualizar o digitalizar y cuándo es óptimo utilizar la vía presencial.

Combinemos lo que hemos aprendido, con lo que ya teníamos conocido y convirtamos una situación negativa, como la pandemia, en una oportunidad de crecimiento personal y profesional.

¿Cree que alguna de las tendencias relacionadas con la pandemia en el sector jurídico se verá revertida tras la crisis?

Desde hace ya meses, la gran mayoría de los despachos y asesorías jurídicas de empresa han vuelto a un presencialismo pleno, que incluye amplias jornadas de trabajo en horarios difícilmente conciliables. Animamos a reflexionar sobre este punto en el sector legal, al igual que lo están haciendo otros sectores de actividad, donde la tendencia va a ser, migrar hacia un modelo mixto que combine entre un 40% y un 60% de trabajo en remoto y el resto en el centro de trabajo.

Sin duda, el contacto personal es enriquecedor y fuente de motivación para la creación de unos equipos consolidados, pero también hemos visto como la productividad basada en la confianza con el trabajador en remoto se ha visto incrementada, por lo que deberíamos aprovechar ambos entornos, según los casos.

¿En qué área de actividad de la profesión jurídica cree que va a tener mayor valor/impacto la Inteligencia Artificial en el futuro?

La profesión jurídica tiene una serie de áreas en las que la tecnología y, en muchos casos, la inteligencia artificial, puede aportar un gran valor. Algunos de estos campos son:

  • Automatización de contratos o documentos legales.
  • Herramientas de analítica legal predictiva.
  • Aplicaciones para la gestión de riesgos legales que permitan la trazabilidad de las evidencias (Compliance)
  • Plataformas colaborativas con sus clientes (despachos de abogados) o con sus abogados proveedores (asesorías jurídicas de empresa), que integren a su vez Inteligencia artificial para la contestación de consultas sencillas mediante chat bots virtuales.

Es crítico que los tecnólogos conozcan y se empapen del área del negocio para la que trabajan. Asimismo, los expertos de negocio tienen que conocer el alcance de las tecnologías, para no generar falsas expectativas. Cada vez, va a ser necesaria una mayor aproximación entre tecnología y negocio.

El uso de las diferentes ramas de la inteligencia artificial va a ir extendiéndose, fundamentalmente en ámbitos que mejoren la automatización de procesos que actualmente se realizan manualmente (ej. Due diligence, bastanteo, análisis de documentación jurídica de cualquier temática, apoyo para la confección de documentos legales, alertas de cambios legales, etc.). La automatización podrá ser muy amplia en procesos básicos, mientras que en actividades más complejas que requieran intervención manual o conocimiento legal, lo que se logrará es aportar un soporte automatizado a la toma de decisión final. Veremos mucha más interacción entre clientes y despachos, gracias a la robotización.

La única fórmula válida para lograr resultados fiables con inteligencia artificial en el ámbito jurídico pasa por el trabajo conjunto de juristas y tecnólogos. Un algoritmo fiable, seguro y certero sólo puede definirse por un equipo de trabajo multidisciplinar que aporte el conocimiento de lo que la tecnología puede aportar, pero también las necesidades y umbral de calidad y rigor jurídico. Los algoritmos no son entes aislados, sino que se crean y se deben validar por humanos y si nos enfrentamos a un algoritmo jurídico, es esencial conocer en profundidad el ámbito jurídico, sino las consecuencias pueden ser desastrosas.

¿Qué otras tecnologías «punteras» considera que son fundamentales para el éxito de los profesionales del Derecho?

Todo lo relacionado con el auge que vamos a ver en el ámbito de eJustice va a condicionar enormemente cómo los profesionales del derecho abordan su comunión con el mundo digital. Sólo los que vean la tecnología como un aliado y se apoyen completamente en ella, darán el salto cualitativo que los clientes esperan.

En los próximos años seremos testigos de cómo la tecnología Blockchain va alcanzando un mayor grado de madurez, con soluciones prácticas implantadas, incluido el entorno judicial. En el ámbito del derecho, se extenderá el uso de los Smart contracts o la robotización o se incorporará la tecnología en instituciones tradicionales, como por ejemplo los Registros.

Asimismo, veremos que se expanden los sistemas de certificación y transparencia a nivel internacional, así como la identidad digital unívoca de las personas a nivel mundial será otro punto crítico.

Y, por último, pero no menos importante, no hay que olvidar la ciberseguridad.

Una vez superada la crisis, ¿cuáles son las tres cosas más importantes que pueden hacer los bufetes de abogados y las asesorías internas de empresa para pasar de la supervivencia a la prosperidad?

1) Invertir mucho más en tecnología y formación sobre las herramientas para un rendimiento pleno. Esta es una inversión que obtendrá sus frutos fácilmente en una optimización de costes internos, una agilidad en plazos y una seguridad jurídica mayor. Y además es una fuente de retención de talento, que querrá estar en una organización, donde dispone de las mejores herramientas de trabajo.

2) Conocerse a sí mismos mucho más. Esto requiere un análisis detallado de los datos. Todo lo que sucede en la actividad de cada área de negocio debería ser identificado en sistemas y tratado con big data e inteligencia artificial para poder predecir y orientar el negocio hacia aquello adecuadamente.

3) No intentar hacer cambios globales o en procesos muy complejos, sino ir, paso a paso, avanzando hacia la digitalización, con quick wins que toda la organización sea capaz de valorar y entender.

¿Qué cree que podrían hacer las organizaciones ya mismo para prepararse para la próxima crisis?

Pensar que la crisis no acaba nunca y que siempre hay algo más que superar o que puede hacerse mejor. Nada es inmutable, todo es cambiante, y si nos quedamos parados, la realidad pasa por encima de nosotros.

Superación, motivación, trabajo en equipo desde abajo e ilusión compartida. Y sobre todo, transmitir esa forma de ver el presente a todos los equipos, para modelar el futuro que esperamos.

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