Cargando. Por favor, espere

Entrevista a Patricia Úrbez, directora general de Sector Público de Fujitsu

  • 7-6-2021 | Wolters Kluwer
  • Con ocasión de la celebración del Fujitsu Justice Virtual Summit 2021 que se celebrará el próximo día 10 de junio, hemos hablado con Patricia Úrbez para que nos cuente en qué consiste este evento y cuáles son las iniciativas que está llevando a cabo Fujitsu para apoyar la necesaria transformación digital de la Justicia.
Portada

Patricia Urbez, Directora Gral. de Administración Pública y Mid Market de Fujitsu

Patricia, Licenciada en Ingeniería de Telecomunicaciones por el Centro Politécnico Superior de la Universidad de Zaragoza, master en Logística por el Centro Español de Logística y miembro del GOLD Program para managers por la Escuela de Negocios HEC de París, tiene como uno de sus principales objetivos en su actual responsabilidad, acelerar el crecimiento logrado por Fujitsu en los últimos años en el Sector Público en España.

Hablamos con Patricia, con ocasión de la celebración del Fujitsu Justice Virtual Summit 2021 que se celebrará el próximo día 10 de junio, para que nos cuente en qué consiste este evento y cuáles son las iniciativas que está llevando a cabo Fujitsu para apoyar la necesaria transformación digital de la Justicia.

Fujitsu ha organizado, con la colaboración de Wolters Kluwer y la Cámara de Comercio de España, el «Fujitsu Justice Virtual Summit 2021». Nos puedes contar brevemente en qué consiste este evento y por qué no hay que perdérselo

En Fujitsu, multinacional japonesa líder en las tecnologías de la información y comunicaciones, llevamos desde el 2000 trabajando para la modernización tecnológica de la Justicia —lo que ahora llamamos digitalización— y desde el 2005 en nuestro Centro de Excelencia de la Justicia en España. Como multinacional japonesa, tenemos impreso en nuestros genes el foco en la sociedad, y por tanto nuestro valor añadido estriba en la aplicación de nuevas tecnologías, en este caso de las infinitas posibilidades de la inteligencia artificial, a la construcción de nuevos modelos de relación con la ciudadanía. Es lo que AstreIa representa: un nuevo paradigma que no se centra exclusivamente en lo procesal, sino en la generación de capacidades de relación en un ecosistema en el que ciudadano y empresa tienen el mismo peso que la administración, con el fin último de que la justicia sea más socialmente inclusiva, ágil y sostenible.

Además, contamos con testimonios de expertos de primera línea en diferentes materias de la Justicia a lo largo de todo el evento. Un elenco de lujo, ya veréis.

Algo menos de una hora y media en un evento dinámico y lleno de contenidos de aplicación de la tecnología en la justicia desde otra mirada diferente. Recomiendo no perdérselo, yo no voy a hacerlo…

La pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto las bondades de las herramientas digitales. ¿Cómo pueden ayudar a desatascar una justicia lenta como la actual? Pensamos, por ejemplo, en automatizar borradores de sentencias de una materia determinada, etc.

La pandemia ha sido un infierno para todos sin paliativos, y sigue siéndolo, aunque al menos en nuestro continente parece que ya de forma menos agresiva. Es difícil encontrar algo positivo en ella cuando ha habido tantos afectados.

Como sociedad nos hemos solidarizado, porque la raza humana se crece ante las adversidades.

Y en estos momentos tan duros, hemos querido seguir abrazándonos, aunque fuera a través de una pantalla, y hemos tenido que habilitar puestos de trabajo virtuales que, preservando las garantías de seguridad, nos dejaran seguir manteniendo nuestras capacidades productivas y nuestros entornos de trabajo.

Esto nos ha permitido perder muchos de los miedos a la tecnología desde un punto de vista empresarial y sobre todo en las instituciones públicas. Miedos que como ciudadanos ya habíamos superado —recordemos que a nadie le sorprende que aparezca una publicidad de un sofá cuando se está cambiando de casa y lleva varias búsquedas de tiendas de muebles… y esto es también Inteligencia Artificial—.

Pues bien, la Inteligencia Artificial, siempre desde la transparencia y publicidad de sus algoritmos y el más puro respecto a la ética y a los derechos que emanan del artículo 24 de nuestra Constitución (LA LEY 2500/1978), es clave para automatizar los procesos, principalmente en el orden jurisdiccional civil. Especialmente, aquellos procesos donde la variabilidad es mínima. Nos referimos a los procedimientos de cláusulas abusivas, como los casos de cláusulas suelo o de resolución de conflictos con las líneas aéreas. Se trata tanto de dar ayuda inteligente durante la fase de instrucción como de recopilar información y base de jurisprudencia propia, casos inherentes al proceso, etc. para generar un borrador de sentencias que el magistrado pueda valorar y corregir o tramitar si está de acuerdo.

Recordemos que las cláusulas abusivas punibles, como por ejemplo las cláusulas suelo, en 2019 representaban un 15% de los asuntos en tramitación en la jurisdicción civil y el 15,6% de la pendencia… Los procedimientos por cláusulas suelo tardan, de media, un 25% más de tiempo en resolverse que el resto de procedimientos: 17 meses frente a 12,8. Y ello a pesar de que el 97% de las sentencias en 1ª Instancia son favorables al cliente.

Se trata de que el ecosistema judicial pueda ganar tiempo para centrarse en lo que realmente necesita de conocimiento, experiencia e inteligencia humana, y no donde, de forma coloquial, diríamos que son «habas contadas». Y que esto último se lo dejen a AstreIA.

¿En qué medida depende el éxito de estas herramientas de que el legislador desarrolle una normativa específica en el ámbito de la IA aplicada a la administración de justicia?

La pregunta es compleja, porque estamos hablando de alguna forma del huevo y la gallina. La regulación instruye desde el orden jurídico respuestas a nuevas necesidades sociales. Necesidades que en ocasiones han podido ser resueltas con ayuda de las nuevas tecnologías.

En este caso la tecnología da sin duda un espaldarazo al cambio legislativo.

Para serte sincera, cuando comenzamos a seleccionar los casos de uso que conforman AstreIA, hicimos un estudio en profundidad del impacto regulatorio de los mismos; esto es, si los casos que proponíamos representaban una necesidad de cambio en el ordenamiento. Y decidimos seleccionar aquellos que no lo requerían. Todos los casos que se presentan en el evento son de aplicación inmediata.

Esto lo hicimos porque sabemos que los cambios regulatorios, si bien son absolutamente necesarios, son lentos, y creemos que como sociedad nos hace falta ver, tocar, aplicaciones reales de la Inteligencia Artificial en la Justicia para entender que AstreIA no es un juez virtual desapasionado como se muestra en Minority Report, sino simplemente una herramienta para que los plazos de resolución se acorten, se cuente con más información accesible y entendible y se fomente la resolución extrajudicial de los litigios, que sin duda, descongestionaría los juzgados de forma muy significativa.

¿Debe producirse un cambio de mentalidad por parte de jueces, abogados y demás profesionales jurídicos para que prosperen estas herramientas?

Absolutamente. Pero no sólo en este sector, que ciertamente lleva fama de inmovilista. Todos los sectores lo son en mayor o menor medida porque están compuestos de personas, y a las personas nos cuesta cambiar en general, porque nos genera incomodidad e incertidumbre, y siempre creemos que nos va a acarrear mayor trabajo y riesgo.

Pues no. En este caso, AstreIA conlleva un cambio que beneficia a todos y cada uno de los componentes del ecosistema judicial. Pero, sobre todo, el cambio en este caso tiene como objetivo final beneficiar al ciudadano. Recuerdo que todos lo somos, y que con un 70% de probabilidad en algún momento de nuestra vida, directa o indirectamente, tendremos algo que ver con la Justicia.

En Fujitsu todos nuestros proyectos tienen como uno de sus ejes estrella la gestión de las personas, su acompañamiento a lo largo de los procesos de transformación tecnológica y la comprensión de sus necesidades reales. Es por ello que las transformaciones que hemos llevado a cabo hasta el momento, como la documentación digital de vistas y comparecencias, ARCONTE®, implantada en aproximadamente el 80% de las salas de vista en España, nuestras soluciones de medicina legal (Clínica, Patología, Laboratorio, comunicación con el Instituto Nacional de Toxicología…), o las de gestión de muestras y cadáveres mediante tecnología RFID y aplicaciones para una Justicia gratuita han sido siempre un éxito.

Frente a la resistencia al cambio, acompañamiento. Y funciona.

En la carrera por la digitalización de la justicia, ¿en qué posición se encuentra España en relación con los países del entorno comunitario?

Comencemos con datos de medios materiales y humanos. Es urgente reducir la brecha con el resto de países europeos en cuanto a número de jueces y fiscales mediante la aplicación de nuevas tecnologías (en 2019, el número de jueces en España se mantuvo cercano a 12 por cada 100.000 habitantes, lejos de los 22 de la media europea, asimismo, el sistema español contaba con un déficit en cuanto al número de fiscales/personal de apoyo respecto de los países de nuestro entorno: 5 fiscales por cada 100.000 habitantes, frente a los 11 de la media europea).

En este sentido, podríamos pensar que el ritmo de la digitalización en España es, en buena ley, inferior que en el resto de Europa. Y sin embargo un informe del Comisión Europea para la Eficiencia de la Justicia (CEPEJ) del Consejo de Europa de inicios de 2020 considera que la digitalización de la Justicia española está a la «vanguardia europea».

Comisión Europea que, consciente de la lentitud de la transformación digital de la justicia Europea, lanzó el pasado diciembre un nuevo paquete de iniciativas para acelerar la digitalización de los sistemas judiciales e impulsar la formación de los profesionales de la justicia con foco principal en el mayor acceso a la información para la cooperación judicial transfronteriza.

La digitalización es un reto para todos, en un mundo global, pero en mi opinión en lo digital España está en la pole position. Aprovechémoslo para generar una habitud de cambio que solvente las necesidades de una sociedad cada vez más digital, que exige a sus instituciones que también lo sean.

¿O es que pensáis que todos los países Europeos cuentan con una AstreIA?

En el Fujitsu Justice Virtual Summit 2021, presentáis la herramienta AstreIA para la digitalización inteligente de la justicia. ¿En qué os habéis basado para desarrollarla?

AstreIA se basa en el cambio de perspectiva. Nos hemos puesto en los zapatos del ciudadano cuando se enfrenta a procedimientos judiciales. Una citación a un juzgado, para un ciudadano de a pie, puede quitarle el sueño durante una semana. Aunque sea en lo civil. Resolver un conflicto vecinal puede acarrearnos una úlcera. El lenguaje jurídico, ya en sí mismo, nos causa desasosiego, ya que está lleno de términos específicos de difícil comprensión.

La percepción de la ciudadanía sobre la calidad y la agilidad de la justicia es actualmente muy deficitaria, ya que más de un 60% considera que la justicia está mal dotada, y que es lenta y elitista.

Creemos que es nuestra obligación mejorar dicha percepción, agilizando la resolución de los conflictos repetitivos, pero también descongestionando los juzgados haciendo que no se lleguen a iniciar los procedimientos en las cortes, esto es, que se resuelvan de forma extrajudicial.

Estamos convencidos de que la implantación de ASTREA IA permitiría, en los dos primeros años, incrementar la valoración y confianza de los ciudadanos en un 30%; impulsar la mediación un 40%; reducir los tiempos de espera e incrementar la eficiencia en un 25%; y reducir los costes asociados a la gestión judicial en un 20%.

¿Esta herramienta permitiría conocer a los justiciables, por ejemplo, cómo se encuentra el procedimiento en cada una de las fases?

AstreIA cuenta con un sistema de orientación a la ciudadanía que proporciona no sólo información de contexto y particularizada de algunos procedimientos —podríamos hablar como ejemplo del acceso a la justicia gratuita, que es una de las solicitudes que colapsa el sistema judicial y que tiene unos parámetros muy claros de concesión— sino también del estado de la marcha de un procedimiento iniciado, siempre manteniendo la confidencialidad de la información para ajenos.

Se trata de que el justiciable, a través de chatbots, pueda conocer el estado de su expediente, sin necesidad de llamar por teléfono o de personarse físicamente en el juzgado, de forma eficiente y sin esperas. Siempre, claro está, una vez reconocido el ciudadano de forma unívoca a través de datos clave del expediente o de datos biométricos que le identifican explícitamente y de forma segura.

Es muy relevante reforzar la seguridad tecnológica con la que se llevan a cabo estos procedimientos de identificación, completamente probados ya en otros sectores, como por ejemplo la identificación biométrica que hemos implantado en muchos de los cajeros automáticos de grandes entidades bancarias distribuidos por España. Y creedme, que si se confía en este método para retirar dinero es porque está más que verificado.

¿Eres partidaria de que el legislador introduzca la obligatoriedad de someterse a un proceso de mediación antes de acudir a juicio para tratar de desjudicializar los conflictos?

Pues no seríamos el primer país europeo que lo hiciera… En Italia, a pesar de los esfuerzos para potenciar la cultura de la mediación, constataron que solo el 9% de los conflictos se resolvían de este modo de manera voluntaria, y apenas el 1% a través de la mediación intrajudicial. Por ello, en 2013 y a través de un decreto gubernamental, Italia obligó a iniciar la tramitación con una Sesión Inicial de Mediación Obligatoria, claramente más efectivo que obligar a realizar el proceso completo. Según datos de 2016, el número de mediaciones aumentó vertiginosamente hasta más de 200.000 anuales, representando el 8% de todos los casos civiles y comerciales, y con una tasa de éxito de un 43,6% a nivel nacional.

Algunas estadísticas estiman que el número de mediaciones de todo tipo que se celebran en España estarían en torno a 1.000 al año.

En 2019, el Consejo de Ministros aprobó el Anteproyecto de Ley de Impulso de la Mediación, que obligaría a intentar solucionar los conflictos civiles y mercantiles más comunes mediante la participación de un mediador antes de acudir al juez, introduciendo además la mediación como elemento clave en la justicia gratuita. Esta «obligatoriedad mitigada» instaría a los litigantes a asistir a una sesión informativa y exploratoria conducida por un mediador registrado, en los seis meses previos a la interposición de la demanda para algunos asuntos en particular. Sin embargo, dicho anteproyecto no incluía medidas tecnológicas concretas asociadas.

Esperemos que la nueva regulación que según parece se está gestando, contemple la inclusión de la mediación, y a poder ser, incluya la mediación electrónica al menos al inicio de ciertos procedimientos en los que ya se ha demostrado que la mediación incrementa el éxito de la resolución de conflictos.

Regulatoriamente o no, es necesario generar en España una cultura de la mediación, ya que la resolución de conflictos civiles vía extrajudicial es una medida crítica para la descongestión de nuestros juzgados.

AstreIA nos ofrece una plataforma inteligente de mediación online que facilita el desarrollo virtual, con todas las garantías, del proceso de mediación, garantizando la privacidad, seguridad, confidencialidad, identidad de las partes y autenticidad de los sistemas de verificación de las mismas. Un buen paso para probar sobre el terreno real las bondades de la misma.

¿Qué desafíos debe dominar el mediador en el ámbito de la e-mediación? Por ejemplo, en las mediaciones presenciales, si cualquiera de las partes abandona la sala, el mediador puede ir a buscarla, pero en la mediación online, si se desconecta…

Un entorno de mediación electrónica, si está construido siguiendo todas las garantías de integridad y seguridad virtual como está diseñado en AstreIA, ofrece en mi opinión las mismas garantías que uno físico.

Es cierto que si una de las partes abandona la sala durante un acto el mediador puede ir a buscar al mediado, pero lo que no puede en ningún caso es obligarle a retornar al acto, porque esto forma parte de la voluntad del litigante. De igual modo, si una persona se desconecta de la sesión, el sistema ofrece las posibilidades de notificación y gestión de citas para que las partes se reincorporen si está en su voluntad.

Lo que es importante es que el mediador se sienta cómodo con la plataforma y que interiorice las posibilidades que ofrece. La plataforma de eMediación debe asimismo ser intuitiva y no entorpecer el proceso de mediación, sino facilitarlo.

Además, es interesante que el sistema cuente con guías de usuario para fomentar la comprensión de las funcionalidades vía autoaprendizaje o incluso brinde servicios de resolución de cuestiones previas al inicio de la mediación con un soporte funcional humano, ofreciendo incluso, como se cita en el Anteproyecto, una sesión informativa y exploratoria previa al inicio del trámite.

Se estima que más de 200.000 demandas de cláusulas suelo están pendientes de resolver. ¿Cómo podría AstreIA ayudar a resolver este colapso?

Los juzgados específicos de cláusulas suelo han recibido desde su creación en el 2017 unas 580.000 demandas habiendo resuelto aproximadamente un 60% de ellos, lo que infiere un elevado índice de pendencia. Índice que va en aumento.

AstreIA trata el dato recogido en las demandas digitales creando unos modelos de inteligencia que permiten agilizar la resolución de demandas masivas, como son en este caso, las derivadas de las cláusulas suelo. Se trata sin duda de un mecanismo para descongestionar los juzgados dedicados a estos asuntos, en ocasiones con un período de admisión de más de dos años.

La plataforma realiza las comprobaciones necesarias en el proceso de admisión a trámite de la demanda de una persona física o del poder notarial que la representa. Incluye un proceso de detección de anomalías, como comunicar la inadmisión o admisión pendiente de subsanar con documentación que no están incluidos en el escrito de demanda.

Una vez admitida para sentencia, AstreIA recopila información y base de jurisprudencia propia, casos inherentes al proceso, etc. para generar un borrador de sentencias; una ingesta de documentos, grabaciones telefónicas, grabaciones en salas de vista, o información procedente de los cuerpos policiales o de otras fuentes relevantes que posteriormente es cribada y ordenada para ofrecerla para su consulta.

En base a dicha información, al juez le llega un expediente validado, admitido a trámite y con un borrador de sentencia para los casos predefinidos. El juez puede consultar, corregir, aceptar, ver la apelación, etc. y enviar a la gestión procesal con total seguridad.

Esta aplicación de la Inteligencia Artificial es transparente y permite ahorrar una ingente cantidad de recursos que pueden ser redistribuidos por ejemplo en la jurisdicción mercantil.

Estimamos que AstreIA puede aportar un 20% de reducción de tiempos en los procedimientos masivos.

¿Crees que la biometría permitirá en un futuro próximo celebrar juicios a distancia en los que las partes no estén presentes físicamente?

El Real Decreto Ley 16/20 (LA LEY 5843/2020), promulgado en los momentos más duros de la pandemia, insta a que en general los actos procesales se realicen preferentemente por vía telemática y paralelamente la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial ha emitido unas recomendaciones a tal efecto, desde el pleno respeto a las garantías del proceso.

Entre ellas, requiere que el letrado de la administración de Justicia acredite la identidad y autenticación (digital en su caso) de las partes y operadores jurídicos.

AstreIA incorpora una plataforma de biometría inteligente que fomenta la seguridad y la confianza, pasando de un estado de presunción de identidad a un estado de certeza. Nos hemos centrado en el modus operandi de la Oficina Judicial, lanzando un proceso auto guiado para acreditarse biométricamente, utilizando únicamente el móvil, con la que se realiza y almacena una foto del DNI y una prueba gestual o de vida.

El sistema contempla mecanismos antifraude para suplantación de identidad en el reconocimiento facial, valida casi todos los documentos de identidad y cumple con todos los requerimientos del reglamento general de protección de datos (LA LEY 6637/2016).

En el juicio, el auxilio compara la presencia telemática del personado u operador jurídico con la credencial biométrica, autorizando o invalidando la personación en la vista. Combinando la biometría inteligente con nuestro sistema de grabación Arconte, se garantiza la seguridad en las vistas orales, y además reduciremos en un 40% los costes derivados de las evidencias judiciales.

Y no olvidemos que en España contamos con soporte normativo para ello… por si había dudas.

La Justicia juega un papel clave en el crecimiento económico y la competitividad del tejido productivo.

Cuando los sistemas judiciales garantizan con eficacia y agilidad la tutela de los derechos, es más probable que los acreedores presten, que se reduzcan los costes de las transacciones y que las empresas innovadoras y el capital extranjero sean más propensas a invertir.

Y no olvidemos que la contribución efectiva a la transformación digital es uno de los requisitos clave de la UE para acceder al Fondo Europeo de Recuperación.

En resumen, el Fujitsu Justice Virtual Summit es un evento para no perdérselo.

Queremos saber tu opiniónNombreE-mail (no será publicado)ComentarioLA LEY no se hace responsable de las opiniones vertidas en los comentarios. Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista.
Introduce el código que aparece en la imagencaptcha
Enviar
Scroll