Esta propuesta responde a la Declaración de Versalles de 2022 adoptada por el Consejo Europeo, en la que se subrayó la importancia estratégica de las materias primas fundamentales para garantizar la soberanía europea y la autonomía estratégica abierta de la UE. Los Estados miembros por sí solos no pueden alcanzar eficazmente los objetivos del presente Reglamento.
En primer lugar, el aumento de las capacidades de las materias primas fundamentales no resultaría eficiente a nivel nacional debido, por ejemplo, a la falta de ocurrencias geológicas en un Estado miembro concreto, a la magnitud de las inversiones necesarias y a las importantes economías de escala que se precisan para alcanzar la competitividad en el mercado mundial de materias primas.
En segundo lugar, la ausencia de coordinación y cooperación entre los Estados miembros y la Comisión para reforzar el seguimiento de los riesgos para el suministro y la preparación frente a ellos es probable que conlleve la duplicación de esfuerzos, lo que provocaría ineficiencias. El marco propuesto debe permitir un reparto más eficiente de las tareas y la recopilación y puesta en común de la información pertinente. Las medidas incluidas en el presente Reglamento serían menos eficaces si las aplicaran los Estados miembros de forma aislada, ya que los problemas que abordan afectan al mercado único en su conjunto.
No se limitan a Estados miembros individuales ni a un subconjunto de Estados miembros, sino que afectan a toda la base industrial de la UE. Además, es poco probable que los enfoques adoptados solo a nivel de los Estados miembros sean suficientes para satisfacer las necesidades de unas cadenas de suministro estrechamente interrelacionadas dentro del mercado único.
El capítulo II aborda las listas de materias primas fundamentales y estratégicas, que se revisarán al menos cada cuatro años, utilizando las metodologías previstas en los anexos I y II. Estas listas determinan el ámbito de aplicación de las diferentes medidas. La Comisión evalúa más de ochenta materiales que se utilizan en la economía de la UE por su riesgo para el suministro y su importancia económica sobre la base de los datos medios correspondientes al último período completo de cinco años. El riesgo para el suministro viene determinado por la concentración de la oferta mundial y de la UE, la dependencia por parte de la UE de las importaciones, la entrada de materias primas secundarias y la sustituibilidad técnica. La importancia económica se calcula en función del porcentaje de utilización en los sectores de la NACE a dos dígitos y de su valor añadido, teniendo en cuenta la sustituibilidad económica. Las materias primas que superan los umbrales son las denominadas materias primas fundamentales.
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