Estrategias. Aprendizaje basado en la indagación. Aprendizaje. Liderazgo. Éxito. Segregación. Equidad. Autonomía. Formación del profesorado.
Strategies. Inquiry-based learning. Learning. Leadership. Success. Segregation. Equity. Autonomy. Teacher training.
Dirigiéndose a la escuela de líderes y maestros en Daegu, Corea del Sur, en septiembre de 2022. Foto: Daegu Metropolitan Office of Education (DMOE)
Antes de profundizar, siempre me gusta conocer el bagaje profesional de los entrevistados. ¿Cuál ha sido el camino que ha transitado hasta llegar al puesto que desempeña actualmente?
Ha sido un camino lleno de sorpresas para mí. Mi padre era profesor y yo nací cerca de una escuela, vivíamos en el mismo edificio donde había una. El trabajo de profesor ha sido algo en lo que he pensado desde muy joven. Sin embargo, estudié Derecho.
Al finalizar mis estudios de Derecho, la idea era incorporarme profesionalmente a este sector, me pidieron que fuera a trabajar al Parlamento finlandés durante un tiempo para centrarme en temas relacionados con la Educación y la Salud, y así lo hice. Posteriormente, una persona miembro del parlamento se convirtió en ministra de Educación y me dijo que me uniera a ella en el Ministerio como asesor especial. Tres años después, se convirtió en Presidenta del Parlamento. A continuación surgió la duda de quién sería el nuevo Ministro. De hecho, dos días antes de que se tomara la decisión, alguien me preguntó por primera vez: ¿qué te parecería ser el próximo Ministro? Nunca me lo había planteado. Aún así, prosiguieron con la idea y, dos días después, descubrí que había sido elegido Ministro de Ciencia y Educación, a los 29 años. En ese momento se creía que era un proyecto pequeño, pero permanecí cinco años en el puesto.
También fui miembro del Parlamento y, durante tres años más, Ministro de Transportes y Comunicaciones. Después pedí unirme a la Compañía Nacional de Radiodifusión de Finlandia, como Director de televisión, responsable de todas las actividades televisivas. Estuve allí durante diez años, en diferentes funciones. También fui Director Editorial y responsable de los programas de educación, ciencia y cultura.
«Las escuelas en Finlandia están administradas principalmente por municipios que son autónomos, lo que implica que hay mucha autonomía a nivel escolar y docente»
Un día el Primer Ministro me llamó y me preguntó si me gustaría ser su secretario de Estado o secretario de Estado en la oficina del Primer Ministro. Esa es una pregunta a la que solo se puede responder de una manera, y eso es lo que hice. Eso significó que trabajé como Secretario de Estado en la oficina del Primer Ministro durante tres años. Después fui secretario de Estado en otros cuatro ministerios. Posteriormente, surgió un puesto en Finlandia como Director General de la Agencia Nacional de Educación y me eligieron para ocupar ese cargo, donde ejercí casi cinco años. Seguidamente, me propusieron si estaría interesado en unirme al IB (Bachillerato Internacional). Por supuesto, me interesó mucho, no sólo debido a mi experiencia en el sector educativo, sino porque tampoco estuve nunca a cargo de una organización global. Eso fue lo que realmente me inspiró. Así que aquí estoy, en el IB.
Estuve en el IB en los años 90, durante bastantes años, hablando de filosofía, conocimiento. Entonces, era posiblemente la mejor iniciativa innovadora del mundo. Han pasado ya treinta años de esa experiencia. ¿Cuál es el papel que desempeña el IB actualmente?
La estrategia que hemos concebido la llamamos más IB porque es hora de que volvamos a los días de su creación con una misión clara: crear un mundo mejor y más pacífico a través de la educación. Siento que a quienes crearon la organización les gustaría vernos de una manera similar a la suya, conectándonos con el mundo y analizando cuáles son los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo actualmente, además de desarrollar las soluciones educativas que mejor se adapten a los desafíos y permitan un futuro para los jóvenes de hoy. Eso es lo que estamos intentando hacer. El valor de muchos elementos de los programas del IB sigue siendo muy importante: la idea del aprendizaje basado en la indagación, las ideas de orientación al servicio, el tipo de amplitud y profundidad de los programas y componentes similares como el TOK (Teoría del Conocimiento) siguen siendo muy relevantes. Sin embargo, lo que tenemos que hacer es actualizar nuestros programas para adaptarlos a las necesidades actuales. También pensar que es algo que no podemos hacer solos, es nuestra tarea ofrecer lo que tenemos a la comunidad educativa global, porque nos enfrentamos a una crisis mundial de aprendizaje y también hay una especie de, cómo diría yo, una necesidad de transformación en el área de la educación. Como IB creo que podemos contribuir a ello, pero no queremos hacerlo solos, sino relacionándonos con los demás, siendo líderes de opinión en el debate más amplio.
El IB es muy estándar en los países de habla hispana, he visitado muchas escuelas en América Latina y España. Una de las cosas que dicen los profesores es que estamos cambiando el programa del diploma del Bachillerato para una universidad que no cambia lo suficientemente rápido. Los estudios universitarios necesitan un gran cambio. Necesitamos una Universidad Internacional de Bachillerato.
Curiosamente, también lo estamos viendo en España, hay colegios y centros que imparten el IB que tienen una conexión muy estrecha con la universidad. Es el modelo del futuro, fortalecer ese vínculo y permitir a los estudiantes de secundaria familiarizarse con los estudios universitarios, estrechar ese vínculo mucho más. En ese tipo de situaciones, también podríamos permitir que los requisitos de admisión y de ingreso, que a menudo son un obstáculo, puedan verse de otra manera cuando haya una conexión más estrecha con los niveles secundario y terciario.
Hablemos de Finlandia, de su experiencia. Supongo que para todo el mundo, la primera pregunta que siempre le hacen es ¿cuál es el secreto del éxito del sistema finlandés?
Creo que el secreto del sistema finlandés está realmente ligado a la cultura, ya que está relacionado con la idea de la independencia de Finlandia. Hace unos 160 años, cuando surgió por primera vez la idea de que Finlandia podría ser algún día un estado independiente, se entendió que solo se lograría si teníamos una población que conociera y entendiera sus propios idiomas y culturas y tuviera una buena base educativa. Así que, en cierto modo, tener un sistema educativo igualitario para todos era un medio para llegar a ser independientes y eso es algo que ha continuado. Se ha convertido en parte del ADN de lo que es Finlandia. Eso ha significado que un elemento central del éxito es el apoyo que las comunidades aledañas brindan a las escuelas y a los maestros. Y eso es lo que dicen los profesores hoy en Finlandia, que se sienten respetados por la comunidad, eso es muy importante. También nos ha llevado al hecho de que la profesión docente sea una de las que los jóvenes quieren ejercer. En algunas universidades finlandesas es bastante difícil llegar a estudiar para ser profesor porque es muy popular. Podemos decir que tenemos un nivel de profesores de buena calidad y, por supuesto, teniendo ya desde hace más tiempo el nivel de máster, la formación del profesorado también ha sido fundamental. Tal vez, por mencionar una cosa más, en Finlandia las escuelas están administradas principalmente por municipios que son autónomos, lo que implica que hay mucha autonomía a nivel escolar y docente. De modo que esa autonomía es fundamental para utilizar el alto nivel educativo de los profesores en la práctica.
Conferencia de prensa, Daegu, Corea del Sur, septiembre de 2022. Foto: Daegu Metropolitan Office of Education (DMOE)
Me gustaría explorar un poco más este concepto de autonomía sobre el que muchas personas se muestran reacias. Estuve en Finlandia hace algunas semanas y visité varias escuelas. Me sorprendió mucho que la autonomía esté a la altura del plan de estudios. Puedes ver enseñar dos cosas completamente diferentes, puerta con puerta. ¿Cómo definiría la libertad de tratar el plan de estudios, concepto que probablemente también sea bastante fuerte en el IB?
Tiene varias capas: una de ellas es el hecho de que, cuando hablamos de soluciones pedagógicas, son los maestros los que deciden qué métodos utilizan, ya que son los mejores expertos para entender las necesidades de los diferentes alumnos en sus aulas, así como lo que se enseña a nivel nacional. En cierto modo, establecemos los objetivos, lo que se debe aprender, pero la forma de alcanzarlos depende de los profesores, qué métodos y materiales se utilizan, etcétera.
Hay otra capa en la que tenemos un plan de estudios que tiene dos partes. Está el núcleo nacional y luego hay un plan de estudios que se realiza a nivel local con los maestros y las escuelas. Ahí es donde realmente hay mucha autonomía para tener en cuenta las necesidades locales y las especialidades de las diferentes escuelas y su cultura.
© Heli Sorjonen
A menudo les pregunto a los jóvenes estudiantes que quieren ser maestros o que están estudiando para ser maestros, por qué quieren dedicarse a ello y me comentan dos cosas. Primero, dicen que no es un tema de salario, ya que les podrían pagar mejor. Y segundo, aseguran que es porque saben que van a encargarse de desarrollar su trabajo. Es una cuestión muy motivacional.
Tengo la sensación de que los profesores trabajan en equipo. Colaboran mucho, aunque no tengan demasiado tiempo libre para ello. Es importante en el entrenamiento del profesor para alcanzar el desarrollo profesional. En España estamos inmersos en un gran debate sobre el rendimiento docente y cómo crear una nueva forma de desarrollarlo. Entonces, ¿cómo lo hacéis tan fácilmente allí?
La colaboración es algo en lo que hemos hecho mucho hincapié durante los últimos años en Finlandia. Por ejemplo, también hemos descubierto que la forma más exitosa de reformar y perfeccionar la formación de los profesores ha sido el modelo que llamamos profesor-tutor, que consiste en la idea de que en cada escuela hay un profesor que ha recibido formación y que tiene los recursos y el tiempo para ayudar a sus colegas. En realidad, comenzó con la integración de la pedagogía, las habilidades y las herramientas digitales, ésa era la tarea de los profesores-tutores. Fue muy positivo que los profesores tuvieran la oportunidad de desempeñar ese trabajo a nivel universitario. Hemos insistido también en el apoyo/evaluación entre pares de los maestros y en la presencia, a veces, de dos maestros en la misma clase que organizan la enseñanza de una manera diferente, ya que eso les permite desempeñar diferentes funciones en las escuelas, favoreciendo, a través de apoyar las necesidades especiales de ciertos niños, la inclusión de todos en la misma clase, ofreciendo al mismo tiempo una enseñanza personalizada.
«La forma más exitosa de reformar y perfeccionar la formación de los profesores ha sido el modelo que llamamos profesor-tutor»
Una de las cosas que más me llamó la atención fueron los líderes, me impresionaron mucho los directores y las directoras de las diferentes escuelas. ¿Cómo capacitarlos?
Es una muy buena pregunta. Una vez más, lo que se ha fortalecido en Finlandia es la idea de que los directores y las directoras, su idea de liderazgo, se ha inclinado hacia un tipo de liderazgo de servicio, con la visión de que están ahí para ayudar a los profesores y a la comunidad escolar a tener éxito. Eso significa que no están exagerando su estatus, sino que más bien se están asegurando de que haya mucha confianza en la comunidad escolar y que el liderazgo sea una cualidad compartida de la escuela. Por lo tanto, hay un sentido amplio de liderazgo y responsabilidad compartidos en la escuela. Es un enfoque que se adapta bien a la cultura finlandesa, porque va de la mano con la autonomía de los profesores. Es el concepto de liderazgo que hemos estado intentando enfatizar. En Finlandia, a veces lo llamamos «liderazgo humilde».
De hecho, éstos gestionan el presupuesto, lo que para los líderes españoles es diferente porque en realidad no tenemos mucha autonomía en la forma en que gestionamos los recursos, etc. Sorprendía el hecho de que tuvieran que conocer o aprender muchas habilidades en términos de administrar el dinero y los recursos. Es parte del papel, ¿no?
Es parte de la función. Se encargan realmente de todo, son a la vez líderes administrativos y pedagógicos, tienen esos dos aspectos que tienen que cuidar.
Otro tema que me gustaría tratar tiene que ver con la diversidad. He visto algunas escuelas con muchos inmigrantes y algunos de los maestros dijeron que en los últimos años ha aumentado considerablemente. ¿Cómo aborda Finlandia la prevención de la segregación? Algunos centros tienen entre un 60 y un 70% de inmigrantes.
Es algo bastante nuevo en Finlandia porque durante mucho tiempo hemos tenido una población bastante homogénea y eso ha cambiado rápidamente durante los últimos diez años. Ha supuesto un gran cambio en las escuelas. Lo que estamos intentando hacer es estar presentes tanto a nivel municipal y local como a nivel nacional, utilizando la discriminación positiva. Estamos proporcionando recursos adicionales a las áreas donde, por ejemplo, en la comunidad circundante, el número y el porcentaje de inmigrantes son muy elevados para asegurarnos de que podemos atender las necesidades especiales que eso conlleva, ya sea por cuestiones lingüísticas u otras derivadas de los antecedentes de inmigración. Por otra parte, hemos realizado muchos trabajos de desarrollo para enseñar también nuestro país y el idioma finlandés como lengua extranjera, ya que antes no habíamos tenido ese desafío con las generaciones más jóvenes. Eso es en gran parte ayudar a los inmigrantes a ser aceptados de manera inclusiva en la cultura finlandesa.
¿Esa inclusión tendrá un impacto en los resultados, por ejemplo, de pruebas como la de PISA? Una de las grandes obsesiones en muchos países. ¿Hasta qué punto la diversidad puede ser un riesgo?
Es una discusión que tuvimos en Finlandia, teniendo en cuenta el porcentaje de inmigrantes y su desempeño en las comparaciones de PISA, y la respuesta realmente fue no, no hubo ningún impacto significativo en los resultados.
Siempre pongo al IB como ejemplo de inclusión. A menudo digo que los colegios del IB promueven la diversidad, por lo que la diversidad no es un problema. Volvamos a tu experiencia a nivel global. ¿Es optimista sobre el futuro de la educación mundial?
Hay diferentes maneras de verlo: si miramos atrás hace 20 años, ha sido una historia de éxito porque hemos llevado a una gran cantidad de niños del mundo a la escuela. Todavía hay unos 280 millones de jóvenes sin escolarizar, pero hace poco hablábamos de billones, de modo que ha sido un éxito realmente notable. Al mismo tiempo, cuando analizamos lo que aprenden los niños en la escuela, ¿qué aprenden? El panorama no es tan brillante, porque, de alguna forma, hemos pasado de una crisis escolar a una crisis de aprendizaje, especialmente presente en los países en vías de desarrollo. Hay porcentajes muy altos de estudiantes que, después de cinco años de escuela, no saben leer una oración sencilla ni hacer una tarea matemática sencilla y eso demuestra que hay mucho trabajo por hacer.
«Hay un sentido amplio de liderazgo y responsabilidad compartidos en la escuela»
Si analizamos el mundo en desarrollo o el mundo desarrollado, el desafío ha sido que, de hecho, durante los últimos 20 años, en el mundo desarrollado hemos utilizado bastantes recursos nuevos para la educación, pero los resultados no han mejorado, ahora incluso estamos viendo un pequeño declive, por supuesto, en parte debido al impacto de la COVID-19, por lo que hay muchas iniciativas y debates muy buenos para desarrollar la educación en todo el mundo, aunque aún no hemos visto ese proceso.
«Es posible que el tipo de soluciones futuras para la educación no provengan del mundo desarrollado»
Es posible que el tipo de soluciones futuras para la educación no provengan del mundo desarrollado. Los mejores acogedores pueden ser los países en desarrollo, porque la necesidad de encontrar una nueva solución es enorme y no tienen esa carga, digamos, de la cultura existente para poder hacer las reformas que se necesitan. Así podrían dar una especie de salto hacia un sistema mejor de lo que el mundo desarrollado y sus países son capaces de hacer. Tenemos la idea de que los padres saben que la forma en que fueron educados es la mejor manera y que sus hijos deben ser educados de la misma manera. Eso realmente significa que con los sistemas públicos es muy difícil hacer reformas educativas en todo el mundo. Creo que los sistemas educativos tienen que poder demostrar y manifestar que pueden ser parte de la solución a los grandes problemas que sufre la humanidad, hay que construir esa conexión, no existe hoy en día, pero veo que hay un buen debate en el que la gente entiende que el mundo está cambiando tan rápido que también tenemos que hacer que nuestro sistema esté más alineado con ese cambio.
© Heli Sorjonen
Suena bastante optimista. Mi última pregunta siempre es un mensaje para los profesores. Tenemos cientos de maestros que leen nuestra publicación, no es tanto una publicación académica, está más dedicada a los docentes. ¿Qué diría a los jóvenes profesores que comienzan sus carreras este año y tienen un largo camino por delante?
Les diría que la enseñanza es una gran profesión para desarrollarse y aprender constantemente cosas nuevas del mundo, y que ese desarrollo profesional nunca termina. No hay ningún momento en el que un profesor pueda decir que lo sabe todo, porque el mundo cambia constantemente y los alumnos siempre son, por así decirlo, los últimos «depósitos» del trabajo que están realizando los profesores. Una vez queda claro el propósito por el que estamos haciendo todo esta labor, creo que estamos en buenas manos. Y, como dije, creo firmemente que la autonomía de los maestros es algo clave para educar a jóvenes informados y atentos que se interesen por el futuro. Así que definitivamente quiero alentarlos a que tomen y tengan esa autonomía y se desarrollen ayudándolos en su trabajo.
Gracias por la entrevista
Ha sido un placer hablar contigo.