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Rafael de Mendizábal, siempre en vanguardia.

Santiago Soldevila Fragoso

Magistrado de la Audiencia Nacional

Juez del Tribunal General de la Unión Europea (2007/2013)

Diario LA LEY, Sección Hoy es Noticia, 14 de Marzo de 2023, LA LEY

LA LEY 2419/2023

El pasado 11 de marzo nos ha dejado Rafael de Mendizábal, nuestro querido director ejecutivo hasta hace unos pocos meses y honorífico hasta el final de la revista Actualidad Administrativa.

Portada

El pasado 11 de marzo nos dejó Rafael de Mendizábal. La noticia nos ha causado una profunda tristeza y un sentimiento agudo de orfandad.

Rafael de Mendizábal, nuestro querido director ejecutivo hasta hace unos pocos meses y honorífico hasta el final, siempre fue un torrente de vitalidad y de inspiración, que le llevaron a fundar Actualidad Administrativa en 1985. No era 1985 un año fácil para iniciar una aventura editorial. Pocos hubieran apostado porque al cabo de casi 40 años, una publicación que nació con la modesta finalidad de divulgar la jurisprudencia iba a seguir existiendo con una salud de hierro gracias al buen hacer de nuestros colaboradores y a unos lectores críticos y exigentes, pero que, eso sí, nos recompensan con su gran fidelidad.

Esta aventura no podía llegar a buen término sin una dirección visionaria y que, a la vez, con mano firme, pero calurosa y entrañable, pusiera orden en aquellos difíciles momentos iniciales y en toda la trayectoria posterior. Rafael de Mendizábal encarnó perfectamente esa función. Desde la primera reunión con el grupo editorial se ganó la confianza de todos por su claridad de ideas, su impulso decidido y por la serenidad con la que afrontaba cada problema.

Desde esos días iniciales marcó el rumbo de la revista con una máxima en la que insistía permanentemente y que nos trasmitió a todos: Actualidad Administrativa es una revista escrita por profesionales y para profesionales. Con enorme satisfacción nos decía que su mayor alegría, era ver como en los escritos judiciales los litigantes apoyaban sus planteamientos con una referencia a Actualidad Administrativa porque incluía tal o cual comentario o recensión de jurisprudencia que les resolvía el tema que tenían planteado. Ese fue su primer acierto: detectar las necesidades del lector y en la medida de lo posible ayudarle a encontrar la respuesta adecuada, pero, eso sí, haciéndolo de una manera sobria y concisa sin perder en ningún momento el rigor y la profesionalidad. La idea parece sencilla y en efecto lo es, pero para darse cuenta de ello en el momento preciso y ejecutarla correctamente hace falta un bagaje importante y contar con una experiencia aquilatada. Rafael de Mendizábal tenía sobradamente ambas cualidades.

En ese año de 1985 estaba en la cúspide de su carrera judicial, pues con el rango de Presidente de Sala del Tribunal Supremo presidía la Audiencia Nacional, el portaviones de la justicia, como a él le gustaba llamarla. Rafael de Mendizábal creó la Audiencia Nacional para hacer frente a la nueva delincuencia organizada y garantizar, a su vez, el control de legalidad de la actuación del Gobierno en plazos razonables. Su gran habilidad fue establecerla desde la legislación franquista, y, no obstante, obtener el aval de la Comisión Europea de Derechos Humanos mediante el lnforme de 16 de octubre de 1986 sobre el caso Barberá y otros. Pero esa fulgurante carrera venía precedida por su nombramiento como magistrado del Tribunal Supremo a la edad de 43 años, un auténtico record para la época. Además, contaba con experiencias tan vitales y fundamentales para la sociedad española, como haber impulsado como Subsecretario del Ministerio de Educación y Ciencia la Ley 14/1970 de 4 de agosto (LA LEY 1035/1970) de General de Educación y Financiamiento de la Actividad Educativa, para hacer realidad la «aspiración, hoy generalizada de democratizar la enseñanza», instaurando la EGB gratuita y obligatoria en un país con una tasa de analfabetismo del 10%. Particular relevancia hay que darle a su paso por el Ministerio de Justicia en el que colaboró muy activamente para hacer posible la «transición jurídica a la democracia», allanando los obstáculos legislativos como paso indispensable para hacer posible la posterior transición política.

En esas circunstancias, muchos se hubieran contentado con mantener su posición y concentrarse en su trabajo jurisdiccional, pero eso era incompatible con la personalidad de Rafael de Mendizábal, pues a su vocación, no ya como jurista, sino como Juez, se unía una decidida vocación de difusión de ideas, cimentada en una amplia y vasta cultura. Ni siquiera su nombramiento como magistrado del Tribunal Constitucional en 1992 pudo limitar o condicionar su dedicación a Actualidad Administrativa.

Es difícil saber como lo hacía, pero ese genio interior que tenía le permitía redactar unas sentencias inteligentes, novedosas y con pluma brillante, pudiendo al mismo tiempo fundar, estructurar e imprimir su sello personal a una publicación como Actualidad Administrativa, adaptándose en cada momento y con visión de futuro a las nuevas demandas de la tecnología y de la sociedad. ¿Cómo no podía salir adelante Actualidad Administrativa, si contaba en su dirección con un auténtico hombre de Estado?

Actualidad Administrativa nace como una publicación semanal, en edición papel, como no podía ser de otra manera en aquella época. Rafael de Mendizábal comprendió enseguida que la simple crónica de jurisprudencia no podía ser el único contenido de la revista y por ello que el siguiente paso fue el solicitar colaboraciones doctrinales. La revista pasó a ser quincenal, pues la complejidad de los contenidos y el rigor en la selección de las contribuciones enviadas exigía tiempos de reflexión y contraste.

El año 2004 marcó un hito importante en la vida de Actualidad Administrativa, pues manteniendo aquello que los lectores había valorado positivamente, se añadieron nuevas secciones para consolidar una revista con la voluntad de ser una publicación especializada, profesional, atractiva y actual. En este momento, aún con la edición quincenal, Rafael de Mendizábal inaguraba cada número desde la ventana «Opinión» con un comentario que incidía en temas de actualidad y esa opinión en más de una ocasión tuvo la virtud de hacer reconsiderar planteamientos jurisprudenciales. Pero, además, consolidó la orientación inicial de la revista en el sentido de que era una publicación de profesionales para profesionales y para ello se contó con la sección «herramientas prácticas» que, además de formularios y material práctico complementario, incluía un consultorio personalizado.

Rafael de Mendizábal siempre dijo que él era un hombre del siglo XX, que había podido sobrevivir en el siglo XXI. El equipo de Actualidad Administrativa sabe que dicha frase es parcialmente cierta, porque su capacidad de asimilación de los nuevos tiempos fue siempre proverbial. Buena prueba de ello fue su rápida aceptación y decidido apoyo a las nuevas tecnologías ante un incipiente internet que asomaba con el cambio de siglo. También impulsó decididamente la posterior transformación de la revista, que abandonó su formato de papel para pasar a la actual versión digital y edición mensual.

Capítulo aparte merece su apoyo a la incorporación de la mujer a las tareas de mayor responsabilidad de la revista. La lectura de los integrantes del Consejo Asesor en los primeros tiempos constituye un ejercicio desolador, pues, aunque ciertamente todos los nombres son de gran brillantez, entre los mismos no aparece ninguna mujer. Rafael de Mendizábal que conocía perfectamente la estructura de la Carrera Judicial, pues no en vano había presidido en varias ocasiones los tribunales de oposiciones de acceso a la misma, era plenamente consciente, no solo del valor intelectual de las aportaciones de la mujer, sino de su necesaria incorporación en las más altas responsabilidades, como evidencia la composición actual del Consejo Asesor de la revista. Un simple botón de muestra lo tenemos en las dos últimas incorporaciones en Actualidad Administrativa propiciadas por Rafael de Mendizábal: por una parte la abogada del Estado Nuria Díaz-Abad como directora adjunta, tras haber desarrollado una brillante ejecutoria como jefa del servicio jurídico español ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y actualmente como vocal del Consejo General del Poder Judicial. Por otra parte, Siofra O´Leary, juez irlandesa y vigente Presidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con su llegada al Consejo Asesor.

No es casualidad que estas dos últimas incorporaciones tengan un vínculo tan directo con Europa y su derecho, pues la vocación europeista de Rafael de Mendizábal ya quedó patente con su nombramiento como Juez ad hoc ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos nada más producirse el ingreso de España en el Consejo de Europa. Y como no podía ser de otra manera, también Actualidad Administrativa realizó su visita al Tribunal de Justicia en Luxemburgo. Corría el año 2009 y allí tuve la gran satisfacción de recibir a todo el equipo de Actualidad Administrativa con Rafael de Mendizábal al frente.

Su dimensión polifacética y profundamente humanista, que tenía como soporte una extensa cultura, era, por qué no decirlo, el deleite de todos los colaboradores cuando nos reuníamos para evaluar las sugerencias de los lectores y su grado de aceptación de la revista. Una vez terminada esa tarea, empezaba un momento mágico en el que Rafael de Mendizábal compartía con nosotros sus intensas vivencias y experiencias pasadas, adornadas siempre con un mordaz sentido del humor y con citas literarias de sus admirados Quevedo y Cervantes. Si su valor técnico era de primer rango, su humanidad era aun mayor.

No puedo terminar esta modesta crónica sin agradecer a Rafael de Mendizábal la confianza que depositó en mi, al decidir que había llegado el momento del relevo en la dirección ejecutiva de Actualidad Administrativa. Espero ser fiel a su legado, lo que supone un gran reto. Fui su colaborador en Actualidad Administrativa desde 2004 y previamente le asistí como Letrado del Tribunal Constitucional. Más allá de tener el privilegio de tratar con él complejas cuestiones jurídicas, me enseñó con su ejemplo valores como la lealtad, la amistad, la exigencia con uno mismo y la comprensión del otro.

Siempre te recordaremos, querido Rafael, con todo nuestro cariño y admiración. Tu buen hacer y ejemplo serán el referente permanente de Actualidad Administrativa.

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