Por Fernando Cameo.- Según los datos de la web del Consejo General de la Abogacía Española, de los 83 Colegios de abogados que hay en nuestro país más de 60 están dirigidos por hombres y solo en apenas 20 de ellos hay al frente una mujer. Esto supone que las decanas en España no llegan al 23%, cuando el porcentaje de mujeres que se dedican al ejercicio de la abogacía supone más del 43%.
Y esto contando a Ana Martín, la última en llegar a este reducido cupo de mujeres al frente de la abogacía institucional.
Martín fue proclamada decana electa del Ilustre Colegio de Abogados de Zamora al encabezar la única candidatura presentada a las elecciones del pasado mes de diciembre. Y se ha convertido en la última decana al frente de un colegio tras su toma de posesión el pasado 27 de enero.
Tras más de 180 años de historia, es la primera mujer al frente del Colegio ¿Qué le impulsó a presentarse al cargo? ¿Cómo valora desde esta perspectiva su nombramiento?
La decisión es fruto de la reflexión y de un cúmulo de circunstancias. Reflexión, porque la Abogacía institucional supone, no sólo vocación de servicio, sino una importante exigencia, entre otras cosas, de tiempo. Entre las circunstancias, están la ilusión y convicción para seguir contribuyendo en la actividad colegial institucional, y por otro lado, que numerosos compañeros me hayan animado a dar ese paso, lo que supone un gran honor y responsabilidad.
El hecho de que nunca antes haya habido una mujer Decana en ICAZAMORA o en muchos otros Colegios, espero que pronto resulte una anécdota. Que una mujer ocupe un puesto de responsabilidad sea en el ámbito que sea, es algo que debemos ver con absoluta normalidad.
«Brecha salarial», «techo de cristal»… ¿Cree que la mujer lo tiene más difícil en el mundo legal en general o solo cuando trata de ascender a puestos de responsabilidad? ¿Se ha sentido discriminada a lo largo de su carrera por ser mujer? ¿Dejaremos de hablar algún día de estos temas?
Resulta sorprendente que todavía haya un número sensiblemente inferior de mujeres en lo más alto de la carrera judicial. No hay más que ver que hay muy pocas Magistradas Presidentas de Audiencias Provinciales, de Tribunales Superiores de Justicia o en el Tribunal Supremo. Tengo el convencimiento de que esta situación cambiará en un futuro cercano, teniendo en cuenta la proporción mayoritaria de mujeres en la carrera judicial. En cualquier caso, lo que hay que asegurar, es que el acceso al puesto a que se opte, se realice en condiciones de igualdad. Soy una firme defensora de los criterios de mérito y capacidad.
En el caso de los Colegios de Abogados, de los ochenta y tres, somos veinte Decanas. Es un número que va en ascenso. En los Colegios, esta cuestión se dirime a través de unas elecciones y allí, son los compañeros los que deciden.
Tengo que señalar que en mi caso no he sentido discriminación por ser mujer y supongo que tiene mucho que ver la educación recibida y los valores que me han trasmitido. Desde siempre, me han transmitido la importancia de formarme, de trabajar y de ser independiente.
Esto no quiere decir que no haya visto situaciones de discriminación, que resultan tan carentes de argumentos, como inaceptables.
Recientemente, ha declarado que la atención a mujeres víctimas de violencia machista será para usted una «prioridad absoluta» ¿Qué puede hacer la profesión para erradicar esta lacra?
Es una prioridad y lo continuará siendo mientras haya víctimas. Es un tema especialmente sensible y la atención a las víctimas merece todo nuestro esfuerzo. Desde los Colegios, en colaboración con los Consejos y con la Administración, realizamos cursos formativos periódicos a fin de dar una óptima asistencia a las víctimas. En los mismos, participan no sólo juristas (abogados, jueces, fiscales, etc…) sino también miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, forenses, psicólogos, trabajadores sociales, etc... Igualmente, interviene personal de la administración. Esto nos permite conocer e informar de los recursos a que pueden acceder las víctimas.
En Castilla y León, a través de un convenio con la Junta, tenemos activo un turno de oficio específico para asistencia a víctimas de violencia de género y también a víctimas de agresiones sexuales y asistencia a huérfanos.
Es una materia en la que resulta necesario invertir, para poder continuar dando una asistencia de calidad, y así se lo trasladamos a la administración. Resulta necesario que tanto los operadores jurídicos, como las administraciones, nos esforcemos en dar respuesta.
Es habitual que en las elecciones colegiales a decano el índice de participación sea muy bajo. En su caso, encabezó la única candidatura que se presentó ¿No interesan los colegios a los colegiados/as? ¿Cómo explica esa falta de interés en la vida colegial? ¿Cómo pretende conseguir recuperar el interés de sus colegiados/as?
En nuestro Colegio ha habido ocasiones con un índice de participación altísimo y otras no tanto. En esta ocasión, fuimos candidatura única, por lo que no hubo contienda, sin embargo en las anteriores elecciones a las que concurrí, hubo una participación cercana al cuarenta por ciento.
Es cierto que existe una desafección de la vida colegial y eso es una asignatura pendiente que tenemos que solventar desde los Colegios, fomentando la participación de los compañeros, no sólo en las elecciones, sino en la vida colegial en general. En ocasiones, hay compañeros que nos manifiestan que la carencia de tiempo es uno de los motivos y a esto también debemos buscar soluciones o alternativas.
Nuestro Colegio es pequeño y en ese sentido, creo que es más fácil trasladar la cercanía a los compañeros. En cuanto a los partidos judiciales, el Vicedecano tiene su despacho en el segundo partido judicial de la provincia, lo que también nos acerca a la problemática existente en el resto de partidos. Tanto la Junta de Gobierno, como las trabajadoras del Colegio, estamos a disposición de la abogacía zamorana.
Recientemente se ha conocido una sentencia que ordena repetir un juicio al que no pudo asistir un abogado por estar su mujer de parto ¿Qué piensa cuando lee un titular como éste? ¿Qué puede hacer el Colegio para conseguir que los letrados/as tengan un verdadero derecho a la conciliación?
Es inaceptable que ocurra. No es una situación aislada y resulta de imperiosa necesidad que la solución sea legislativa. El reto es la conciliación.
Es discriminatorio que carezcamos del derecho a conciliar y no vamos a conformarnos. Las situaciones que se producen son desoladoras e injustificables. Ante una enfermedad nuestra o de un familiar no nos suspenden plazos o juicios. Lo mismo cuando se trata de una letrada embarazada o que acaba de tener un hijo.
Situaciones tales como estar en un hospital y que no quieran suspenderte un juicio o trabajar convaleciente porque no se suspenden los plazos. Tener que escuchar que si no nos resulta posible acudir a un señalamiento, mandemos a un sustituto, sin tener en consideración que somos profesionales, a los que los clientes nos encomiendan la defensa de sus intereses. Como digo, es una situación anómala y hay que corregirla.
Desde el CGAE y los Colegios, hemos trabajado y seguimos trabajando para que se legisle sobre nuestro derecho a conciliar, así recientemente se consiguió declarar inhábil el periodo navideño. La vía, como ya he señalado, tiene que ser legislativa.
Según dijo en su toma de posesión, seguir apostando por la formación será uno de los grandes retos de su mandato ¿Qué medidas van a implementar desde la Junta que preside en este campo?
Desde que me inicié en Junta de Gobierno, fui nombrada responsable de formación y siempre he sido consciente de la importancia que tiene en nuestra profesión. Los cambios legislativos son continuos y estamos en constante aprendizaje. Realizamos numerosas jornadas formativas, sobre diversas materias jurídicas y con extraordinarios juristas. Además, con nuestro consejo autonómico, CACYL, realizamos jornadas formativas telemáticas mensuales, en las que cada mes, es anfitrión uno de los nueve colegios.
Otros de los puntos que destacó como prioritarios es la innovación ¿Qué entiende por innovación en el sector de la Abogacía? ¿Cómo pueden ayudar las nuevas tecnologías en el ejercicio profesional? ¿Y en la gestión del colegio? ¿Tienen propuestas concretas en este ámbito?
La tecnología es fundamental en nuestra sociedad y también lo es en nuestra profesión. Con la pandemia, nos acostumbramos a tareas que anteriormente no estaban tan extendidas, como las reuniones telemáticas. Celebramos juicios virtuales, realizamos actuaciones o presentamos de forma telemática, utilizamos bases de datos o programas de gestión con inteligencia artificial, todo eso ha sido innovar. Seguimos trabajando en esa línea. En el Consejo General existe una comisión de Innovación y desarrollo tecnológico. En ella hay varios grupos de trabajo donde continuamente examinamos propuestas concretas y la evolución.
Próximamente, se habla del 31 de marzo, vamos a tener acceso al expediente judicial. Llevamos mucho tiempo demandando ese acceso, que resulta primordial para la abogacía y que permitirá poder acceder de manera directa y con celeridad, a nuestros asuntos.
La dignificación y justa remuneración del turno de oficio es una reivindicación histórica de la abogacía eternamente pendiente de solución ¿Por qué cree que es así? ¿No se valora el servicio? ¿Puede hacer algo el Colegio a este respecto?
La dignificación y reivindicación de una justa remuneración del turno de oficio, son imprescindibles. Y tanto el ICAZAMORA como la abogacía en general, no tiene dudas a ese respecto.
Las indemnizaciones del Turno de Oficio son intolerables. No se ajustan a lo razonable. Se da un servicio gracias a la buena voluntad de la abogacía. Los compañeros, disponen de un despacho abierto y especialización en muchos casos. Dan una asistencia de calidad y reciben unas indemnizaciones insignificantes. Por poner un ejemplo, en una modificación de medidas de familia, en territorio ministerio, un letrado recibe unos 70€ por todo el procedimiento, incluido el juicio. Estamos hablando de profesionales con una gran cualificación, que no son compensados como merecen. Desde los Colegios no vamos a dejar de insistir, para que valoren la labor desempeñada y para que el turno de oficio se remunere de forma justa.
En la presentación de la obra «Elogio de los abogados, escrito por un juez», su autor, el magistrado José Ramón Chaves, decía que los abogados son «un gremio con una altísima finalidad social e imprescindible para la sociedad, pero que tiene muy mala prensa» ¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿Tienen pensadas desde el Colegio alguna iniciativa para mejorar la percepción social de los profesionales de la abogacía?
José Ramón Chaves es un extraordinario jurista, con quien suelo coincidir en muchas opiniones. En este caso, me resisto a creer que tengamos mala prensa, más bien pienso que en muchas ocasiones se desconoce nuestra labor.
Tenemos en mente varias iniciativas, algunas de ellas enfocadas en la gente joven y que iremos anunciando según se vayan produciendo.
¿Tienen datos sobre la media de edad de los profesionales adscritos al Colegio? ¿Cree que el ejercicio de la abogacía sigue siendo atractivo para las nuevas generaciones? ¿Tienen alguna medida especial para este colectivo?
Los profesionales del Colegio son mayoritariamente de más de 45 años. Es una profesión maravillosa, pero con un alto nivel de exigencia. Creo que eso y la dificultad para conciliar, le restan atractivo para los jóvenes. Por eso señalaba acciones dirigidas a ellos.
Dos recientes sentencias del TS han confirmado sanciones al ICAM y al ICALPA por publicitar baremos orientativos de honorarios o precios. Otros nueve colegios esperan resolución por realizar una relación de precios en el caso de las demandas por la salida a Bolsa de Bankia ¿Va a ser el fin de los baremos de los colegios? ¿Considera que es necesario que existan?
Las resoluciones del TS al ICAM y al ICALPA analizan circunstancias distintas en cada uno de los casos.
Lo primero que debemos señalar, es que no existen baremos como tal, sino que había criterios orientadores a los únicos efectos de tasaciones de costas y jura de cuentas. Resulta muy importante la distinción.
Es necesario que exista seguridad jurídica, para que el ciudadano pueda conocer cuánto le va a suponer acudir a un procedimiento judicial, tanto si gana, como si pierde. Lo contrario causaría un perjuicio al justiciable.
Necesitamos una solución inmediata. Los procuradores o los notarios, están sujetos a un arancel, por lo que igualmente podría establecerse para las tasaciones de costas y jura de cuentas.
Y para terminar, parece, por las noticias que llegan, que el ChatGPT puede llegar a sustituir a los profesionales del Derecho ¿Cómo ve el futuro de la profesión?
Las herramientas de inteligencia artificial nos van a resultar muy útiles, sobre todo para mecanizar o agilizar tareas, pero opino que no pueden sustituirnos. Nuestra labor no se ciñe únicamente a plasmar una idea en un escrito jurídico. Somos personas, con nuestras percepciones, sentimientos, etc… Cuando te encomiendan un asunto, detrás está el problema de una persona, no de un número y no debemos olvidar ésto.